¿Qué supone para un ciclista ser el número uno del mundo?
Supone que he sido capaz de ser regular todo el año, en muchas carreras. Y me parece que es algo importante para mí, y para el equipo, que también ha terminado como número uno del mundo.
¿Se cree usted el mejor del mundo?
Sí, más el más constante del mundo. El mejor en teoría es el campeón del mundo, que es una carrera de un día. El Pro Tour lo que premia es una regularidad, ser capaz de estar adelante todo el año, y he ganado prácticamente todos los meses.
¿Lo había programado así?
No, lo que pasa es que tengo la suerte de contar con muy buen clima en casa para entrenar, y a mí no me cuesta mucho coger la forma. Y siempre que compito suelo estar con los de adelante, así llegan los resultados.
Desde fuera sus victorias parecen siempre fáciles.
Pues no lo son, ni mucho menos. A mí me resulta muy difícil ganar. Cada vez más.
¿Qué ha sido lo más costoso este año?
Se me ha hecho difícil el Tour.
En España todo el mundo alucina con el doblete de Contador, el Tour de Sastre... usted ha hecho una temporada enorme y se ha quedado como en un segundo plano, ¿le fastidia?
A mí me da igual lo que piense la gente. Está claro que el Tour de Sastre ha estado fenomenal, que Contador haya ganado el Giro y la Vuelta en un mismo año es increíble. Pero yo he ganado mis cosas, no me creo ni más ni menos, a mí me da igual lo que piense la gente. Estoy contento porque creo que he hecho una gran temporada, posiblemente la mejor de mi carrera.
Para determinada gente del ciclismo usted no vale para ganar una carrera de tres semanas.
Yo lo veía desde hace un tiempo, y esta temporada lo he confirmado al cien por cien. Creo que tengo una gran vuelta en las piernas, pero todavía no sé cuál es. Si un Tour, un Giro o la Vuelta.
¿Está convencido?
Totalmente. Siempre me han dicho que si no ando tanto tres semanas de competición... he aguantado al máximo nivel en la Dauphiné, el Tour y la Vuelta con los mejores. Así que...
Admite los errores
¿Dónde se ve usted más vulnerable?
Creo que tanto en el Tour como en la Vuelta me ha faltado concentración en algunos momentos de carrera en las tres semanas. Pero soy un corredor que sabe aprender de los errores, y el año que viene o al siguiente puedo ganar de una vez una grande.
¿Por qué le sucede eso?
Porque por lo que sea te descentras, no soy capaz de estar los 21 días concentrado mentalmente, es imposible. Puedo tener uno o dos días en los que estoy más despistado, y en uno siempre me acaban pillando. Yo eso lo achaco a que a fin de cuentas yo me paso casi todo el año al 100% soy competitivo toda la temporada, y eso te acaba pasando factura.
Usted recibió muchas críticas cuando "falló" el día del Tourmalet en el Tour, y la etapa de Suances en la Vuelta.
Los que me critican no suelen hablar de todo lo que he ganado.
¿Le duele la crítica?
Creo que a todo el mundo la crítica le afecta de una manera o de otra. Pero en el ciclismo he aprendido a convivir con quienes me critican, con quienes no me critican y con quien me pone bien. Yo lo veo como una virtud.
¿Ha hablado con Eusebio Unzué de todo esto?
Por supuesto, y lo hemos hecho civilizadamente, como hacen las cosas las personas. Yo reconozco que hay ocasiones en las que se acierta, y otras en las que se cometen errores, y lo asumo.
¿Le dio pena quedarse sin opción en los Juegos Olímpicos o el Mundial?
Mi gran problema es que soy favorito en todas las carreras en las que participo, no es que sea un coñazo pero yo no puedo ganarlo todo. No ha habido ningún ciclista que lo haya ganado todo, ni lo hay ni lo habrá... no hay nadie que pueda ganar todo. Yo no puedo estar todo el año arriba.
¿Le está condicionando todo eso su forma de correr?
Por supuesto, estoy vigilado en todo sitios pero ya me he acostumbrado.
Cuando un ciclista como usted lo ha ganado prácticamente todo, ¿dónde encuentra la motivación para seguir?
Soy un deportista ambicioso, me gusta ganar. Pero creo que tengo que aprender a dominar mi ambición. Debería ser más paciente o más tranquilo en las primeras carreras para luego llegar al Tour o a las grandes mucho más fresco.
Pero es que usted oportunidad que se le presenta, gana.
Es mi forma de correr, y a estas alturas de mi vida no la voy a cambiar. Entonces lo que tengo que hacer es correr menos, yo lo tengo claro.
¿Qué idea tiene para el año que viene?
Tengo que hablarlo con Eusebio y concretar. No es que vaya a correr menos, sino que quiero empezar a correr más tarde. Posiblemente en abril, y arrancar con las clásicas. Con la forma que tengo yo de entrenar puedo debutar tranquilamente en las clásicas y hacerlo bien. Después empalmaría con el Tour.
El jueves pasado presentaron el Tour 2009, ¿le gustó?
Mucho, sobre todo que la penúltima etapa termine en el Mont Ventoux. Prefiero eso que una contrarreloj llana de 53 kilómetros. El recorrido me beneficia bastante en general, y creo que puedo hacerlo bien.
¿Aunque corra Lance Armstrong?
Él ha dicho que va a correr el Tour, habrá que ver si lo hace. A mí no me preocupa, pero sí que se me hace extraño que un corredor que ha estado tres años sin competir vuelva y lo haga para intentar ganar el Tour. Eso es algo que no se puede decidir a la ligera, supongo que tendrá sus datos, su información y tendrá unas garantías para volver a correr. Pero corra o no a mí me da lo mismo.