2005. Primera participación en el Tour de Francia de un joven ciclista llamado a convertirse en uno de los grandes protagonistas del ciclismo mundial: Alejandro Valverde (Illes Balears-Caisse d'Epargne). Después de un gran triunfo en la cima de Courchevel, tiene que abandonar en la 13ª etapa a causa de una tendinitis en su rodilla izquierda cuando marcha 5º en la clasificación y siendo el mejor joven.
2006. El corredor español llega a la ronda gala con el jersey de líder de UCI ProTour pero tiene que retirarse en la 3ª jornada camino de Valkenburg por una caída que le fractura la clavícula derecha. Era uno de los grandes favoritos al triunfo final.
2007. A la tercera fue la vencida. Tras una participación muy activa (sobre todo en los Alpes), el murciano alcanza al fin los Campos Elíseos aunque sin triunfos parciales. La larga y llana contrarreloj de Albi entierra sus opciones de podio. Tras descalificaciones de otros participantes acaba en 6º lugar el Tour, su mejor posición hasta el momento.
2008. Alejandro llega como campeón de España a la primera etapa con final en Plumelec donde vence con autoridad y se enfunda el maillot amarillo por primera vez. Sólo lo mantiene por una jornada. En una de las primeras etapas de montaña, la carrera le coge descolocado tras quedarse en el Tourmalet. En un grupo trasero se desfonda por completo al llegar a Hautacam mientras tiran por delante, dejándose una minutada que le aleja en la clasificación. Las cronos le entierran aún más y acaba en el 9º puesto.
2012. Después de recibir vetos y sanciones varias Valverde regresa a Francia con todas las garantías pero una primera semana desafortunada con las caídas le aleja de la lucha por el top10. Sin fuerzas para mejorar su lugar en la tabla, el ahora corredor del Movistar Team cambia de objetivos y luchará por etapas. Se embarca en una aventura a 40 km de la meta de Peyragudes donde logra una victoria de raza en la última etapa de montaña con los favoritos pisándole los talones.
Desde su primera participación, Valverde ha tenido un feeling especial con el Tour. A pesar de recibir muchos reveses no ha cejado en su empeño por mejorar año a año en la ronda centenaria. Su interés ha aumentado si cabe con el tiempo y la preparación siempre fue enfocada en disputarla al 100 %.
A pesar de las críticas de algunos aficionados y entendidos sobre su obsesión por la más prestigiosa carrera ciclista, Balaverde siempre confió en sus posibilidades y se vio peleando con los mejores. Llevamos 11 días de competición y ocupa el segundo puesto por encima de Contador y otros ganadores como Evans o Andy Schleck. Todo esto tras un paso por los Pirineos como protagonista principal junto a sus compañeros y una CRI llana de 30 kilómetros salvada con éxito.
Si algo tenemos que alabarle es su perseverancia y entrega por conseguir estar en esta privilegiada situación. "He trabajado muchísimo para llegar hasta aquí. Estoy super contento", dijo tras finalizar la contrarreloj. Todavía queda mucho que ganar y mucho que perder pero no hace falta más para demostrarnos que vale para esto.
#GoBalaverde