Merecida tercera posición en la Strade Bianche italiana para un Alejandro Valverde que siempre estuvo entre los mejores en todo el transcurso de la prueba. La victoria fue para Michal Kwiatkowski (OPQS) que rompió con facilidad en los últimos metros a Peter Sagan (Cannondale). Antes ambos corredores habían dado el golpe definitivo a la carrera al soltar a hombres como Cancellara, Kreuziger, Cunego o el propio Alejandro, quien llegaría destacado a la meta por unos segundos sobre éstos.
El ciclista del Movistar Team tuvo varios percances en forma de pinchazos pero supo rehacerse de cara a los momentos decisivos. El murciano se encargó de contener algunos cortes que empezaron a producirse en los ya famosos tramos de tierra de la clásica italiana con la inestimable ayuda de su compañero costarricense Andrey Amador. Sin embargo, un oportuno demarraje de Sagan le sorprendió dejándole sin opciones de triunfo. En último tramo de 'sterrato' intentó recuperar el terreno perdido con los dos de cabeza pero resultó imposible y fue cazado de nuevo por el grupo perseguidor.