Segundo puesto en San Sebastián

Alejandro Valverde ha finalizado la Clásica de San Sebastián en segundo lugar por detrás de Tony Gallopin, que llegó escapado al Bulevar Donostiarra. El murciano superó al sprint a Roman Kreuziger, Mikel Nieve y Nicolas Roche. 

El Movistar Team fue el encargado de controlar la carrera y vigilar a los fugados hasta el segundo paso a Jaizkibel donde pasó al ataque primero con los hermanos Herrada y después con Quintana y el propio Valverde, quienes lograron alcanzar la cabeza de carrera. Corredores importantes como Kreuziger, Moser o Roche se unieron delante. Tras un importante esfuerzo Nairo Quintana se descolgó y dejó a Alejandro sin compañeros en el grupo.

Octavo lugar que sabe a poco

Una vez más el infortunio se cruzó en el camino de Alejandro Valverde en una gran vuelta. En la etapa 13 con final en Saint-Amand-Montrond el hasta entonces segundo clasificado del Tour sufre una avería en su rueda trasera en una zona abierta y varios equipos aprovechan la situación para distanciarle en la general. A pesar de la reacción del Movistar Team sacrificando la clasificación por equipos, el murciano no logra reintegrarse al pelotón y acaba cediendo casi 10 minutos con respecto al líder Chris Froome. Las opciones de podio se van al traste para él, aunque su escuadra guarda un as en la manga con Nairo Quintana. El colombiano finalizaría la carrera en esa segunda posición que ocupaba el propio Valverde.

El corredor dijo resignado: "Definitivamente ésta no es mi carrera". Lo más doloroso es que no se trata de un desfallecimiento o una mala colocación sino de un problema imprevisto de carrera, como ya sucediera en la pasada Vuelta a España en Valdezcaray, y además también cuando marchaba en los primeros puestos (en La Vuelta era líder cuando ocurrió el bandazo que le alejó del jersey rojo). Difícil saber hasta dónde hubiera llegado Alejandro pero su poderío físico al final de carrera al menos nos permite imaginarle en la lucha por el podio final como poco.