sábado, 28 de marzo de 2009

Alejandro gana al sprint con una facilidad pasmosa. Levi gana la Vuelta

El ciclista español Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) logró el triunfo en la última etapa de la XXIV Vuelta a Castilla y León, con triunfo final de Levi Leipheimer (Astana), después de imponerse en la llegada a Valladolid a su compañero de equipo José Joaquín Rojas y al también español Pablo Urtasun (Euskaltel Euskadi).



De este modo, tras una etapa con salida en Benavente y llegada en la capital pucelana sobre 152,5 kilómetros, y en la que intentó sorprender en los instantes finales el ciclista de Churriana de la Vega (Granada) Francisco José Martínez (Andalucía Cajasur), absorbido a falta de dos mil metros para la pancarta definitiva, Valverde lanzó el sprint con una fuerte aceleración que le permitió incluso arañar junto a Rojas y Urtasun dos intrascendentes segundos más a la general.

Así, el murciano suma así otro triunfo más, tras el logrado en la segunda etapa finalizada en el Alto de San Isidro, después de un inicio de temporada en blanco hasta el momento y afina su puesta a punto para las 'clásicas' primaverales.

Por detrás del podio de esta última etapa, otro español, Ricardo Serrano (Fuji-Servetto), dio tiempo a tan sólo dos segundos al grupo. En el mismo, rodó bien escoltado y sin complicaciones, el estadounidense Levi Leipheimer, que se adjudicó así el triunfo general de la carrera castellano-leonesa sumando su segunda victoria del año tras el Tour de California y la tercera para su equipo, tras la Vuelta al Algarve de Alberto Contador.

No tendrá tan buen recuerdo esta prueba para el siete veces ganador del Tour de Francia, Lance Armstrong, cuya presencia en el Giro de Italia es más que dudosa, tras romperse la clavícula derecha, que le obligará a permanecer de baja de 8 a 12 semanas.

El segundo peldaño del 'cajón' cayó en manos de Contador, que firmó un trabajo impecable colaborando en el triunfo final del americano para terminar a sólo 16 segundos. Además, el tercero en la general, fue otro ciclista de Estados Unidos, David Zabriskie (Garmin-Slipstream), a 22 segundos de la cabeza.

El ciclista español Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) calificó de "muy bueno" su paso por la Vuelta a Castilla y León, que concluyó hoy con su segundo triunfo de etapa que, en principio, parecía destinado para su compañero José Joaquín Rojas.

"Hemos trabajado todo el día, en un primer tiempo para echar abajo la fuga, y luego controlando para favorecer un sprint, pensando que hoy podía ser el día de mi compañero José Joaquín Rojas", señaló Valverde.

El murciano apuntó que Luis Pasamontes, "que tenía que lanzarle el sprint" al velocista, "tuvo la mala suerte de pinchar en el final" y por ello fue él el encargado de hacerlo. "Luego miré atrás a ver si Rojas me pasaba, pero Pablo Urtasun (Euskaltel) iba remontando muy rápido, así que el mismo Rojas me animó a tirar para no correr ningún peligro y no arriesgar perder la etapa", afirmó.

Por ello, el jefe de filas del Caisse d'Epargne cree que el balance de la semana "es muy bueno" y se queda "muy satisfecho". "Después de tantos días sin competir, no sabía cuál era exactamente mi nivel. Las dos primeras etapas han sido un poco difíciles pero luego volví a encontrar sea el ritmo de competición que mi golpe de pedaleo, lo que me permitió anotarme dos de las cinco etapas", afirmó.

"Eso no significa que no tenga que seguir trabajando bastante para alcanzar mi mejor nivel pero las victorias son muy importantes para que crezca la confianza. Ahora voy a entrenar y descansar un poco a casa antes de volver a competir el próximo sábado en el Gran Premio Miguel Induráin de Estella", sentenció.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Valverde se impone de nuevo sin dificultad en la montaña de Castilla y León


El corredor murciano de Caisse D'Epargne Alejandro Valverde logró hoy la victoria en la tercera etapa de la Vuelta Ciclista a Castilla y León, entre Sahagún (León) y el Alto de San Isidro (156 kilómetros), al parar el crono en 3 horas 28 minutos y 16 segundos.

El Caisse D'Epargne trabajó a destajo en los kilómetros finales para Valverde, quien se colocó en una posición privilegiada y a escasos doscientos metros de la meta y, tras resistir el empuje de Contador y el ruso de Rabobank Denis Menchov, lanzó un ataque demoledor que le hizo cruzar la meta en solitario. No obstante, el estadounidense Levi Lepheimer, de Astana, sigue líder.

El día, desde que la etapa salió de Sahagún (León), transcurría apacible, con un sol espléndido y nada de viento. Así, el pelotón corrió junto en los primeros compases, salvo un par de ataques que no fructificaron, y con el equipo Astana tirando del grupo y manteniendo un ritmo implacable. En la primera hora de carrera recorrieron casi 52 kilómetros. No rodaban, sino que, más bien, volaban.

El Alto de San Isidro (León) les esperaba cien kilómetros más adelante. Un puerto de segunda categoría cuya dureza, a excepción de un kilómetro y medio, dejaba bastante que desear, con bastantes toboganes y falsos llanos.

Había velocidad e ímpetu guerrero. Algo que se pudo comprobar cuando, sobre el kilómetro ochenta de carrera, antes de atravesar Santibañez del Porma, diez espadas saltaron del pelotón para protagonizar la escapada de la jornada.

Pero de todos ellos, sólo Raúl Santamarta, de Burgos Monumental, siguió al frente de una fuga que se completó con otros cinco corredores. Ricardo Serrano, de Fuji Servetto, el estadounidense Lucas Euser, de Garmin-Slipstream, Pablo Urtasun, de Euskaltel Euskadi, el belga Serge Pauwels, de Cervelo Test Team y Francisco Mancebo, de Rock Racing rodaban a un ritmo imponente (unos cincuenta kilómetros por hora) que se adelantaba en media hora al horario previsto.

No en vano, la diferencia con el pelotón era nimia. Un minuto y veinte segundos en el kilómetro 110 de carrera, en las proximidades de Boñar. En la localidad leonesa la carretera empezaba a picar, pero de manera leve y con constantes curvas reviradas.

La diferencia con un pelotón en el que bregaban Haimar Zubeldia y José Luis Rubiera, de Astana, apenas aumentó, por lo que se vaticinaba que la fuga moriría en el pie de la montaña, a pesar de que ninguno de los escapados poseía distancia para atacar el liderato en la general del estadounidense de Astana Levi Lepheimer.

Tamién quiso sorprender al pelotón en las proximidades de Puebla de Lillo el francés de Damien Gaudin, de Boygues Telecom, quien atacó con el objetivo de incorporarse a los seis fugados. A los cinco minutos le siguió Enrique Mata, de Burgos Monumental. Comenzaba el movimiento, aunque éste parecía consentido por el equipo Astana.

Mientras, los seis escapados se encaramaban a la subida del puerto, al mismo tiempo que miraban hacia atrás, donde la sombra del pelotón se divisaba.

En el primer repecho de la ascensión, Pablo Urtasun, de Euskaltel Euskadi probó a su compañeros de fuga, dejando atrás a Mancebo y Euser y Santamarta. Sin embargo, sobre el kilómetro seis y, justo cuando acabó la parte más empinada, Mancebo se rehizo y se volvió a acoplar a la cabeza.

Pero, a falta de cinco kilómetros para la meta, el Caisse D'Epargne empezó a trabajar para que uno de sus figuras se llevase la etapa. La diferencia con los fugados era de 20 segundos, mientras que, a falta de veinte kilómetros, eran absorbidos.

Entonces se produjo el carrusel de ataques que Valverde aguantó estoicamente para, en los metros finales, imprimir su velocidad y adjudicarse la etapa que precede a la que se disputará mañana entre Santa María del Páramo (León) y el Alto de la Laguna de Los Peces (Zamora).

“La primera victoria de la temporada es siempre muy importante. Te da mucha confianza de cara al resto del año y me alegro mucho de que haya llegado hoy. Tenía esta tercera etapa en la mente porque sabía que se adaptada perfectamente a mis características y sabía que con un poco de suerte, podía ser mía. Ha sido una etapa muy rápida, con el aire favorable en toda la primera parte y que requirió mucho trabajo para coger a los escapados. Los compañeros del líder Leipheimer trabajaron para conseguirlo y luego mis compañeros rodaron muy fuerte en la ascensión del puerto para aumentar el ritmo. Estoy tanto más contento por ganar aquí, en una carrera donde el nivel es muy alto y por mi parte después de tantos días sin correr. A pesar de todo, si es verdad que no me siento mal, tengo que reconocer que aún me queda bastante trabajo por delante antes de llegar a mi mejor nivel. Mañana será otro día, con la etapa reina y sus dos puertos de primera categoría. Espero recuperar bien para estar otra vez delante y si no con los primeros, por le menos que no sea lejos.”

Luis León se exhibe en la Paris-Niza y defiende a Valverde

El español Luis León Sánchez (Caisse d'Epargne) se proclamó vencedor de la París-Niza, segunda prueba puntuable del Pro Tour, al término de la octava etapa, Niza-Niza de 119 kilómetros, que se anotó su compatriota Toni Colom (Katusha). El ciclista murciano sumó el segundo título importante de su carrera después de que hace justo un mes lograse la victoria en el Tour del Mediterráneo y se convierte en el tercer español en adjudicarse la París-Niza tras los triunfos de Alberto Contador (2007) y Miguel Induráin (1989 y 1990).

Luis León afrontaba la última jornada con una renta de 1:09 sobre el francés Sylvain Chavanel; a 1:21 del luxemburgués Frank Schleck y con Contador a 1:50. Y las diferencias hacían presagiar una etapa complicada. Fue precisamente Contador quien puso en más aprietos el liderato del murciano, aunque su aventura terminó sin éxito. Contador acabó manteniendo la cuarta plaza en la general. Chavanel y Schleck fueron quienes acompañaron a Luis León en el podio final.

El técnico belga Johan Bruyneel, del equipo Astana, ya había anunciado que habría fuegos de artificio durante la etapa. Su pronóstico no tardó en cumplirse. Cuando apenas se habían cubierto los seis primeros kilómetros, comenzaron los ataques en cabeza del pelotón. Veinticinco corredores se situaron en cabeza, tres de ellos del Astana: el español Óscar Pereiro, los ucranianos Alexandr Dyachenko y Yarislav Popovych. Poco después se unió al grupo Contador.

El corredor de Pinto asumió el mando de la escapada. Se mantuvo en cabeza durante todo el ascenso al alto de la Porte y cruzó la cima en primera posición. En el grupo perseguidor, Luis León Sánchez había sufrido en dos ocasiones problemas mecánicos y se enfrentaba a una desventaja de 2 minutos y cinco segundos. En el kilómetro 74, la diferencia se redujo a sólo un minuto. El trabajo de los corredores del Saxo Bank para su jefe de filas Frank Schleck (tercero en la general) al frente del pelotón perseguidor comenzaba a dar sus frutos.

Contador acompañado por el estonio Rein Taaramae (Cofidis), el francés Sandy Casar (Francaise les Jeux), David López García (Caisse d'Epargne) y Aitor Hernández (Euskaltel Euskadi) acabaron formando un selecto quinteto de escapados. Su ventaja fue decreciendo hasta quedar en sólo 30 segundos en la ascensión a La Turbie, segundo de los tres puertos de primera categoría incluidos en el recorrido.

A falta de 18 kilómetros para la meta y en plena ascensión a d'Eze, Contador lanzó su último ataque y se fue en solitario. Atrás, el Saxo Bank y el Caisse d''Epargne seguían llevando la iniciativa. En el tramo final, Schleck y Toni Colom se unieron a Contador y los tres lucharon por el triunfo de etapa. Fue el corredor mallorquín quien superó a Contador en la llegada. El vencedor final traspasaba la línea sólo 17 segundos después.

El ciclista mulero contestó a otras cuestiones: «En el equipo soy uno más, el único número uno es Alejandro Valverde». Para Luis León, Alejandro es «un compañero, un amigo y una referencia. Todavía tengo mucho que aprender. Desde hace tiempo se viene siendo injusto con el ciclismo. ¿Porqué pasamos más controles que en cualquier otro deporte?. El pasado año yo pasé entre 70 y 100 controles. El equipo está centrado en el Tour y todo lo que pase y pueda perjudicar, nos preocupa a todo el equipo. Alejandro no lo está pasando bien y ves que se puede dar el caso de que no salga a entrenar a gusto, que no esté contento o que se pueda descentrar».

domingo, 22 de marzo de 2009

Valverde: "Soy realista. En este momento solo puedo aspirar a etapas"

Después de un inicio de temporada más leve que los años anteriores, Alejandro Valverde participará a partir del lunes en la Vuelta a Castilla y León, que saldrá de Paredes de Nava para acabarse el próximo viernes 27 de marzo en Valladolid.

De momento, y comparando con otros años, tienes menos días de competición. ¿Cómo te encuentras en vísperas de participar en la 24ª edición de la Vuelta a Castilla y León?
“Es verdad que he corrido bastante menos que los años precedentes. Hasta ahora solo participé en dos etapas de la Challenge de Mallorca, el Tour de Alto Var que son dos etapas, y la Clásica de Almería, pero a pesar de eso me encuentro bien y creo que mi nivel está bueno también si es evidente que me costará un poco adaptarme a un ritmo alto de competición.”

Precisamente, a partir de mañana, te vas a enfrentar a unos corredores que han corrido y ganado competiciones importantes en este inicio de temporada. ¿Tienes una cierta aprehensión?
“No creo que hay que tenerles miedo. Lo que si tengo, es mucho respeto porque he podido ver el nivel que ya tienen varios corredores y está claro que aún me falta algo para llegar a esta altura.”

En un primer tiempo, no tenías previsto participar en la Vuelta a Castilla y León. ¿Qué es lo que te hizo cambiar tus planes?
“La necesidad de correr una carrera de 4 o 5 días. A pesar de entrenar bien, hacía demasiado tiempo que no tomaba parte en una competición. Necesitaba volver a hacerlo cuanto antes. Esta carrera es una excelente oportunidad para medirme a unos adversarios de mucha calidad. La presencia de una crono me motiva también mucho. Va a ser un test importante, también si creo que en cronos de este tipo no puedo mejorar mucho más. Demostré el año pasado, por ejemplo en el Dauphiné Libéré, que hasta puedo ganar una contrarreloj de 30-35 kilómetros. Donde todavía tengo que mejorar es en las cronos que superan los 50 kilómetros.”

¿Intentarás disputar la carrera?
“Hay que ser realista. Antes de todo tendré que adaptarme al ritmo de competición y ver cual es realmente el nivel de mis adversarios y cuál es el mío. Si me encuentro bien, ¿porque no intentar ganar una etapa?
A partir de mañana te va a reencontrar con Lance Armtrong….
“Me hace mucha ilusión volver a correr con él. Va a ser un momento muy especial. Y se puede esperar una gran presencia mediática debida a su presencia en el evento.”

Después de Castilla y León, ¿seguirás el programa inicialmente fijado?
“Si, de momento no vamos a cambiar nada a los planes. Tomaré sucesivamente parte en el Gran Premio Miguel Indurain en Estella, en la Clásica Primavera de Amorebieta, la París-Camembert, la Amstel Gold Race, la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja. Luego, en el mes de mayo, estaré en la Vuelta a Catalunya y en junio en el Dauphiné Libéré antes de defender mi título en el Campeonato de España de fondo en carretera. Quiero hacer las cosas con mucha tranquilidad, sin precipitar nada, para llegar en condiciones óptimas al Tour de Francia que sigue siendo mi gran objetivo del año.”