viernes, 11 de septiembre de 2009

Alejandro: "Evans se ha sumado a los favoritos y puede ser muy peligroso"


Esta tarde, Alejandro Valverde recibió en el hotel de Almería donde está alojado su equipo Caisse d’Epargne, a la prensa nacional e internacional presente en la 64ª edición de la Vuelta a España.

Alejandro contestó a muchas preguntas relativas a la carrera y entre otras cosas comentó:

“Hasta hoy en día la Vuelta ha sido muy rápida con mucha tensión en el pelotón. Hemos conocido tiempo de lluvia en Holanda y Bélgica y a continuación mucho calor en España, lo que cansó a muchos organismos.”

“Ahora llegan las tres etapas más esperadas de esta Vuelta y por supuesto las más duras: Velefique, Sierra Nevada y Pandera. Las conozco todas muy bien y está cierto que habrá diferencias entre les primeros de la clasificación. No solo van a ser muy difíciles por las llegadas en alto, sino también por el desnivel que habrá en cada etapa.”

“Creo que será difícil quitar el liderato a quien vestirá el maillot oro el domingo por la tarde también si no hay que olvidarse de que aún quedará una semana muy dura, con etapas que pueden ser tramposas, además la crono de Toledo.”

“Iván Basso sigue siendo mi rival más peligroso pero se ha añadido Cadel Evans, que era un poco una incógnita cuando salimos de Assen. Ha demostrado estos últimos días que habrá que contar con él. Sin por supuesto olvidar a Samuel Sánchez, Robert Gesink y cualquier otro corredor que este a menos de un minuto en la general.”

“He aprendido mucho a lo largo de los últimos años. Corro con más tranquilidad, sin intentar ganar etapas apenas empieza la carrera para luego fallar algún día como lo he hecho en el pasado. Al final, todo lo guardado se nota. Y estoy más atento además de ser muy bien arropado por mi equipo.”

“Llevar el maillot amarillo es por supuesto una responsabilidad pero es sobre todo una motivación extra y espero vestirlo el 20 de septiembre próximo en Madrid.”

Unzué: "Alejandro es el corredor más polivalente que he tenido"

El ciclismo es un deporte de resistentes. Aunque tardó en llamarse así, el Caisse d'Epargne nació en Irurtzun (Navarra) hace mucho. Más de tres décadas. Era apenas un equipo amateur con culotte de algodón. Luego se cambió el nombre. Varias veces: Reynolds, Banesto, Illes Balears y Caisse d'Epargne. Fue la piel de muchos: De Arnaud, que ganó una etapa en la Vuelta de 1980, de Laguía, de Gorospe, del Tour que descubrió a Arroyo y Delgado, de la 'era Induráin'. Eusebio Unzúe ha cubierto entera esa larga etapa desde Irurzun hasta el hotel NH Ciudad de Almería que ayer ocupaba el Caisse d'Epargne. Dirigió a Induráin y ahora a Valverde, líder de esta Vuelta. Ayer, un rato antes de que el murciano hablara de la carrera ante la prensa, Unzúe habló de él.

-Tiene a Valverde vestido de líder en el ecuador de la Vuelta. ¿Es la situación que quería?
-Si eres el líder, es que algo has hecho bien. Alejandro ha sido hasta ahora el más regular entre los mejores. Aunque, claro, tener el maillot amarillo supone más trabajo. Si no lo lleváramos, estaríamos en una posición más cómoda.

-Para ganar hay que atacar, pero con Valverde a veces lo mejor es frenarle.
-Alejandro es un corredor de ataque. Lo que pasa es que las grandes vueltas se ganan siendo un poco mejor en los días claves. Si haces derroches, luego lo pagas. Hay que derrochar cuando le sacas provecho. El ciclismo de hoy está muy igualado. Un descuido te priva de la gloria. A Alejadro le pido que mida todo, que sea calculador.

-Con Valverde,¿el equipo está en vilo, pendiente de si tiene o no un descuido?
-No. Es verdad que en la pasada Vuelta cometió un error inconcebible. Aquel día del agua (se entretuvo con el chubasquero y se quedó cortado). Cuando ocurre te sabe mal, pero eso no nos privó de ganar la carrera. Había dos corredores superiores (Contador y Leipheimer). Lo que sí le privó fue de subir al podio.

-Esta edición parece muy igualada.
-Por eso, primero hay que correr para no perder la carrera. Y luego ir a ganarla.

-La justicia deportiva italiana le prohíbe correr en aquel país porque le considera implicado en la?Operación Puerto?. Por eso, luego le vetó el Tour. ¿Ha costado reconstruir su moral?
-Una de las grandes virtudes de Alejandro es lo fácil que pasa página. De pena no se va a morir. Es rápido en todo. Pasa página y apunta hacia otro objetivo. Y creo que no hubiera disfrutado de este Tour por todo lo que le rodeaba. No ha tenido secuelas para él.

-Es un líder alegre.
-Muy alegre. Necesita estar rodeado de gente. Es de los corredores que más disfruta de la bicicleta y de su deporte. Cualquier carrera es un objetivo para él. Le lleves donde le lleves, le sale su condición de ganador nato. Le da igual dónde. El Tour o una carrera cualquiera. Eso lo ven los compañeros de equipo. Saben que con él puede pasar de todo y que también lo puede ganar todo.

-¿Volverá Valverde al Tour?
-Sí. Sé que es difícil ganarlo, pero también sé que puede ser protagonista en esa carrera. Ya lo ha sido, ha ganado etapas, ha llevado el maillot amarillo. A esa cita no se puede faltar. Además, a él le gusta el Tour. No sé si lo ganará, pero sí hará cosas importantes.

-¿Se ha hecho justicia con él?
-No. Se ha sido injusto. Con otros también se ha sido injusto y se vieron obligados a abandonar el ciclismo. Él pudo seguir y demostrar que siempre, antes y ahora, está con los mejores. De cadete, de juvenil, de amateur, de profesional. Pasa controles continuamente y no ha tenido nunca problemas. Se le ha privado del brillo que le corresponde. Con él, cualquier carrera es un objetivo. Salvo la París-Roubaix. Nunca he tenido un corredor así, tan polivalente.

-¿Ni Induráin?
-No. He tenido corredores mejores que Alejandro en cosas puntuales, como en el caso de Miguel y las grandes vueltas. Pero Alejandro es capaz de subir al podio de la Vuelta y además de ganar cualquier carrera. Ha podido llevarse más de un mundial. Va en las etapas contrarreloj, en montaña, en sprint. Como él no hay otro en el ciclismo mundial.

-Acumula como director más de tres décadas. Al volante de Arroyo, Gorospe, Delgado, Induráin, Olano... ¿Le da ejemplos a Valverde utilizando anécdotas de otros campeones?
-Claro. Alejandro ya es un corredor maduro, respetado. Ha crecido en todos los sentidos. Antes no valoraba los pequeños detalles. Ahora, sí. Sabe que esas pequeñas cosas son determinantes.

-Se refiere a la alimentación, al descanso...
-Sí, un poco todo. La diferencia entre los mejores se debe a veces a cosas que parecen insignificantes. Alejandro ha nacido para la bicicleta. Por ejemplo, coma lo que coma no engorda. Ha nacido ciclista. Y lo único que le falta es un gran resultado en una gran vuelta por etapas.

-El Caisse d'Epargne es un equipo hecho para carreras como el Tour. La Vuelta, en cambio, le cuesta. Sólo dos victorias: Delgado y Olano.
-Se nos resiste, sí. Y mira que ponemos ganas. Pero son pocos los corredores que pueden ganar pruebas así.

-¿Es posible un Caisse d'Epargne en el que coincidan en 2010 Valverde y Contador?
-Podría darse esa posibilidad. Es difícil por la situación contractual de Contador (tiene contrato para la próxima temporada con el Astana). Desde luego, nosotros tendríamos un sitio para él.

Fuente: Nortecastilla.es

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Alejandro: "Poder tener a mis hijos a mi lado después de tanto tiempo me alegra mucho"

Alejandro Valverde, que entró hoy en la meta de Murcia aplaudido por todo su público, se clasificó el 26° de la etapa, a 3’42’’ del australiano Simon Gerrans, que se anotó esta decima etapa de la Vuelta a España. No hay cambios en la general y Alejandro sigue de líder por delante de otro australiano, Cadel Evans, segundo clasificado a 7 segundos.

“Entrar en Murcia vestido de oro ha sido algo muy especial para mí, un momento de gran emoción. Poder abrazar a mis hijos, Iván y Alejandro, en el podio, ha sido otro, muy bonito”.

“La etapa ha sido bastante tranquila porque tenía a mi compañero Fran Pérez delante en la escapada y como no había ningún corredor peligroso en la general en la fuga, solo nos tocó controlar la carrera, con mucha calma”.
“Aceleré un poco subiendo la Cresta porque conozco muy bien la bajada. Es rápida y peligrosa a la vez. Quería estar delante porque era más seguro y también porque pensaba que Samuel Sánchez podía aprovechar este tipo de bajada para sacarme unos segundos”. “Solo queda una etapa antes de que llegue el segundo día de descanso y vamos a seguir día a día a ver lo que pasa. Aún queda mucha Vuelta”.

Valverde ha vestido ya diez veces el jersey oro, pero nunca en Murcia. Fue todo un acontecimiento. Allí estaban sus padres, sus amigos, sus hijos, los mellizos Alejandro e Iván, su ex esposa Ángela, que decidió apartarse, y su actual novia, que se escondió y pasó desapercibida. Y muchísimos paisanos. "Valverde, campeón. Murcia te apoya", rezaba una pancarta.

Alejandro tuvo su gran momento para el álbum de recuerdos en el podio de Murcia con sus dos hijos. Iván, el rubio, que lloraba desconcertado por el jaleo en brazos de una azafata, y Alejandro, el moreno, estaba más tranquilo en los de su padre.

Valverde mostró su alegría en el blog de su página web con las siguientes declaraciones:

"Este martes ha sido un día muy especial para mí y creo que para toda la afición que está a mi lado desde que empecé a correr en bici hace algunos años.

La Vuelta a España llegó a Murcia. Entrar en mi ciudad y cruzar la línea de meta vestido de oro es algo que había esperado y soñado desde hace mucho tiempo.

Es siempre algo muy especial para un corredor correr en su región, su ciudad. Además de conocer perfectamente a todas las carreteras, conoce casi a todas las personas que están al lado del recorrido y que le aplauden. Se siente en casa. Está en casa.

La afición estaba presente también en la meta y después de bajarme del podio era casi imposible moverme de un sitio a otro por toda la gente que me quería animar y abrazar.

Sin embargo el momento más bonito de este día lo pasé en el podio donde se subieron mis hijos, Iván y Alejandro. Poder tenerles entre mis brazos después de tanto tiempo ha sido una gran alegría.

Hoy la carrera sigue adelante y hay que volver a centrarse en la competición porque nos están esperando unas etapas muy difíciles, de mucha montaña, donde se va a decidir la Vuelta.

Gracias a todos por estar a mi lado. Sigo mi camino hacia Madrid con Murcia en mi corazón."

Gerrans consigue el triplete en las grandes vueltas


En la Cresta del Gallo esperábamos un movimiento entre los favoritos y nos quedamos con las ganas. Será que nos resultaba estimulante el nombre del puerto, sus resonancias entre caciquiles y galliformes. Sin embargo, todo lo que imaginamos sucedió entre los escapados. Se atacaron, se defendieron y se vieron sometidos a los elementos, en forma de pinchazo, derrape o caída. Finalmente, el australiano Gerrans se impuso en un grupo de cuatro supervivientes, mientras un selecto pelotón de 30 ciclistas se presentaba a 3:42 tranquilo y aliviado.

Entre las peripecias que dieron emoción a la etapa hay que destacar dos desgracias sin derramamiento de sangre. La primera fue el pinchazo de Benat Intxausti, castigado por los hados cuando había dado caza al alemán Gerdemann, entonces cabeza de carrera. Si el germano sonrió por la desdicha tuvo condena inmediata. Cuando corría en pos de la victoria de etapa, una caída le dejó abandonado en el arcén, enhiesto pero desolado, a la espera de un mecánico, una rueda o una madre con mandil. Ni siquiera le quedó la gloria de un porrazo fastuoso. De pronto, perdió foco, fama y gloria.

Antes de los accidentes, el ascenso a la Cresta del Gallo estuvo plagado de alternativas. No era tan raro si pensamos que 19 ciclistas se presentaron ante las primeras rampas con seis minutos de ventaja sobre el pelotón. Eran los integrantes de una fuga formada a los diez kilómetros de la salida y plagada de buenos corredores que aún luchan por consolar una actuación discreta. Entre ellos, Vinokourov, Fuglsang, Duque, Gárate, Tosatto, Gerdemann

Los primeros en iniciar el zafarrancho fueron el propio Gerdemann y Aitor Pérez Arrieta, ciclista del Contentpolis murciano, formación que llegaba a casa. A este respecto, en estos tiempos de aldea global, resulta entrañable el empeño de los equipos ciclistas por volcarse en la tierra de sus casas comerciales, suponiendo, imagino, que el patrón espera en la meta con un puro y una prima (monetaria).

Gerdemann, esperanza del ciclismo alemán y líder del Tour 2007, tomó la delantera y pareció pedalear con firmeza hacia el triunfo. Su problema fue doble: las fuerzas propias y las ajenas. Mientras perdía fuelle, los otros fugados encadenaban empellones y escaramuzas.

La consecuencia es que Intxausti, del Fuji Servetto (ex Saunier, equipo en busca de redención), atrapó a Gerdemann y ambos fueron atrapados, a su vez, por la maldición. Tras ellos, primero, y por encima de ellos, después, circularon Vinokourov, Gerrans, Hesjedal y Fuglsang (pronunciar como se pueda). El descenso resultó tan arriesgado como una montaña rusa con los tornillos flojos. Suerte que todos los pueblos tienen un santo.

Entre los candidatos, el trabajo de Liquigas nos hizo pensar en un inminente ataque de Basso, pero no se produjo. Poco puerto para sus condiciones de fondista o muchos rivales alrededor. Ya en el descenso, Valverde y Samuel Sánchez marcaron el ritmo del pelotón para evitar derrumbes y titubeos, uno conocedor del terreno y el otro experto en el arte de las bajadas y los precipicios (aunque se cayó en Tudons).


Vinokourov parecía el favorito para la etapa


Vinokourov, de vuelta tras dos años de sanción, hizo lo posible por ganar la etapa, pero no le bastó con la proverbial insistencia kazaja. Gerrans fue más rápido y se impuso en Murcia para completar victorias en las tres grandes vueltas. Luego, en el podio, el australiano ganador dejó de resultar implacable para parecer el hermano pequeño (y colegial) de las formidables azafatas.

En el turno de Valverde, también hubo anécdota. El murciano se quiso acompañar de sus gemelos (Iván y Alejandro), que sólo dejaron de llorar cuando fueron sostenidos por las morenas de amarillo. Son listos y rápidos, como el padre.

Hoy, entre el calor y nuevas montañas, se disputa la etapa que se resiste a firmar nuestro corresponsal para evitar maliciosas conexiones entre nombre, ciudad y retrato: Chema Bermejo, Caravaca.

Fuente: AS.com

martes, 8 de septiembre de 2009

Alejandro: "Estoy super contento de llegar a mi tierra vestido de oro"

El domingo dijo que era mejor para el equipo no coger el liderato. ¿Ha cambiado de planes?

Gracias a no pillarlo el domingo mis compañeros no han tenido que trabajar hoy. Han podido ir tranquilos casi toda la etapa y ha tenido que ser el Lotto de Evans quien tomara la responsabilidad de controlar la escapada. Al final trabajamos porque se notaba mucha tensión en carrera y había que evitar que nos sorprendieran. Luego vimos a varios rivales en dificultades y tratamos de aprovecharlo. Al final, había bonificaciones y estaba obligado a sprintar.

¿Quiere decir que es líder por casualidad, por evitar que otros cogieran las bonificaciones?

Por casualidad no. Sabíamos que hoy podría terminar de amarillo. Y, sí, una vez allí no podía dejar que otro cogiera la bonificación. Siempre es importante llevar el maillot amarillo. El equipo ahora tendrá que trabajar más, pero intentaremos hacerlo con cabeza. Espero estar yo a la altura de mis compañeros.

¿Lamenta no haberse llevado también la etapa?

No. Para alcanzar a los que iban delante teníamos que darnos un buen calentón. Así ha estado muy bien.

¿Qué conclusiones saca sobre sus rivales?

He visto muy fuertes a Basso y a Evans. Mosquera y, sobre todo, Samuel, se han dejado un tiempo importante. Pero aún queda mucha carrera y seguirán dando guerra.

¿Soñaba con llegar como líder a Murcia?

Pues la verdad es que no lo he soñado, pero lo he conseguido, que es mucho mejor. Pero estoy súper contento de llegar con él a casa. Estoy deseando ver a mis dos hijos (los gemelos Iván y Alejandro). A ellos les dedico este triunfo.

La etapa de hoy tiene cerca de meta la Cresta del Gallo, puerto que conoce bien. ¿Lo intentará ante sus paisanos?

No lo creo. En esta Vuelta sólo hay que gastar fuerzas en los momentos claves.

¿Cómo ha visto el incidente entre Evans y Gesink?

Son circunstancias de carrera. Evans no ha podido sprintar, pero yo creo que Gesink no le ha cerrado.

Fuente: AS.com

Valverde ya es líder. Veloso se hace con una gran etapa


El Xorret del Catí nos deparó un espectáculo formidable. Sin preámbulos ni tácticas. En apenas cinco kilómetros, la subida concentró toda la emoción que nos ofrecen otros puertos largos y legendarios. Con la montaña repleta de público, observamos ciclistas que, en lugar de atacar las cuestas, eran atacados por ellas. Y en las últimas rampas, cuando ya se divisaba el otro lado de la tapia, descubrimos un héroe, Veloso, y tres favoritos, no cien: Valverde, Evans y Basso.

La explosión del Chorro (eso significa Xorret) convirtió una etapa anodina en una intriga apasionante. Primero, para conocer el destino de los escapados. Después, para contar las dentelladas entre los candidatos. Y a cada historia se le podía aplicar la lupa: lo permitían los terribles porcentajes, las escaladas con piolet y los esfuerzos a cámara lenta.

Para empezar (a equivocarnos) pensamos que un estonio ganaría la etapa y nos documentamos como corresponde. Capital Tallín y país sin montañas que superen los 300 metros. Pronto comprendimos. Taaramae, que así se llamaba el aventurero, empezó a retorcerse sobre la bicicleta y a perder velocidad hasta empatar con los caracoles. Ahí le dejamos.

Por detrás, pistas falsas hasta que se retiraron los gregarios. Entonces aparecieron los veinte primeros de la general en posición de firmes. Al rato, ya sólo quedaban diez. Al poco, cinco.

Purito atacó para tender un puente a Valverde. No hace falta ocultarse cuando acompañan las fuerzas. Y acto seguido reinó la confusión. La distancia con los fugados era tan pequeña que los coches que los seguían se detuvieron en el arcén, transformando la carretera en pasillo de pinos, gravilla y gente vociferante.

En ese instante o parecido atacó Valverde. Le siguieron Evans y Basso, atentísimos. Cedieron Gesink, Danielson, Mosquera y Cunego. Samuel se había quedado antes, lastrado por sus magulladuras y atrapado en un puerto pegajoso como el chicle. No tardaron en sucederse los disparos. Evans probó a sus rivales y cuando se sentó él, se levantó Valverde, que repitió más tarde. Pero ni así perdía la escolta.

Algún kilómetro más arriba, el bueno de Taaramae no corría, sino que hacía equilibrios para no caerse. Era una estatua sin pedestal. En ese trance le rebasaron Veloso y Marzano, que habían pactado con la montaña tras arduas negociaciones. Ellos se jugarían la etapa. Y aunque la presencia de un italiano nos inquietó sobremanera, no tardamos en recordar que los gallegos también tienen cuerda. Dicho y hecho. En el punto exacto, Veloso se desprendió de Marzano, coronó en solitario y se lanzó a por la gloria.

Sprint final con bonificaciones

Los generales aparecieron dándose palos, como enemigos en la misma celda. El descamisado Gesink los tenía a tiro y los atrapó en el descenso. Asumido que ganaría Veloso, la pelea se planteaba por el resto de las bonificaciones, en concreto, por los ochos segundos que correspondían al tercero (Marzano llegó en segunda posición). El liderato, sostenido por Evans por dos breves segundos, estaba en juego.

Si Valverde ganó esa batalla es porque era el más rápido y también porque el joven Gesink cerró a Evans, que cruzó la meta retrasado e increpando al imberbe holandés.

Veloso, en el podio, demostró la alegría contenida de los gallegos sabios. Ni dio saltos ni se permitió ninguna extravagancia como levantar en andas a una pizpireta azafata.

Valverde, en cambio, ya sabe sonreír a las cámaras. Posó con confianza y la noticia es mundial porque la confianza es lo único que le falta para corresponder a las infinitas expectativas que despierta su talento.

Su visión en el podio nos dejó un pensamiento provocativo: Valverde es el único ciclista que puede toser a Contador. La paradoja es que ni eso le acerca más a la Vuelta. Para que luego digan que se corre con las piernas.

Fuente: AS.com

Cunego se reivindica en Aitana y Evans es el nuevo líder

El italiano Damiano Cunego, del Lampre, conocido en su país como "el principito", conquistó la primera etapa de montaña de la Vuelta a España en la cima del Alto de Aitana, donde el australiano Cadel Evans, que entró junto a Alejandro Valverde y Samuel Sánchez, se vistió con el maillot oro.

Cunego, de 27 años, se apuntó la victoria de manera brillante, en un final fulgurante en el que sobrepasó al francés David Moncoutié en el último kilómetro. Una explosión de fuerza y calidad que le permitió entrar en solitario con tiempo suficiente para celebrar un éxito que le devuelve al grupo de los elegidos.

El rubio y menudo ciclista de Verona, ganador del Giro de Italia 2004, registró 6h.04.54 en los 204,7 kilómetros que unieron Alzira y el Alto de Aitana, una maratoniana jornada salpicada con 8 puertos.

Moncoutié (Cofidis), que sostuvo una escapada desde el kilómetro 37, cruzó la cima a 32 segundos de Cunego y la tercera plaza fue para el escalador holandés Robert Gesink (Rabobank), a 35.

La jornada no regaló la batalla esperada entre la alta jerarquía de la Vuelta, que mostró una actitud conservadora en los decisivos y esperados 21 kilómetros de ascenso a Aitana, un puerto tendido, con una pendiente media del 5,4 por ciento. Evans, Valverde y Samuel Sánchez, éste último magullado por una caída, acabaron en el mismo tiempo, a 44 segundos de Cunego, y picaron 6 a Ivan Basso y Ezequiel Mosquera. Ese fue el exiguo resultado de la "batalla".

Evans, dos veces segundo en el Tour y cuarto en la Vuelta de 2007, demostró su buen momento y será uno de los hombres a tener en cuenta. Como Valverde, lucha, a sus 32 años, por saldar la asignatura pendiente en una de las tres grandes. De paso tratará de olvidar su aciago Tour.

El podio se llenó de ilustres. Ya están en escena los favoritos. Alejandro Valverde ya está segundo en el cajón y Samuel Sánchez tercero, a 2 y 8 segundos, respectivamente. El estadounidense Tom Danielson se cuela cuarto y Gesink quinto. Basso, que dio muestras de flaqueza al final, es sexto a 46 segundos de Evans y entran en el 'top ten' Cunego y Mosquera, por debajo de los dos minutos de retraso.

El luxemburgués Andy Schleck confirmó su intención de entrenarse unos días antes del Mundial de Mendrisio. El campeón de su país se bajó de la bicicleta en el kilómetro 88. Nunca entró en carrera, por lo que no lució nunca su condición de subcampeón del Tour y rival del futuro de Alberto Contador.

La jornada ofreció un interminable sube y baja con ocho puertos en el recorrido, una auténtica prueba de fondo, de desgaste, que iba a examinar el estado de cada uno de los candidatos. Era como el comienzo real de la ronda española.

No faltó la escapada de turno. Los franceses Sebastien Hinault, David Moncoutié y William Bonnet, los holandeses Pieter Wiening y Johnny Hoogerland y el alemán Paul Voss se marcharon en el kilómetro 37, antes de atacar la primera dificultad.

La permisividad del pelotón puso en la pizarra diferencias cercanas al cuarto de hora en el Alto de Margerida. Fue entonces cuando el Caisse D'Epargne entró en escena. Fue el inicio de la operación caza, que se prolongó a lo largo de la sucesión de toboganes que componían el dibujo de la etapa.

Una fuga con corredores interesantes, como Moncoutié, en busca de la etapa y del maillot de la montaña, que ya se llevó a su casa en la edición anterior junto a la victoria en Pla de Beret. El escalador francés trabajó en comunidad con sus cuatro acompañantes, hasta que llegó la hora de la verdad en Aitana.

En el Puerto de Tudons los hombres de Unzue estiraron el grupo, y en ese descenso se cayó Samuel Sánchez, que tuvo que hacer un extra de esfuerzo para volver al grupo. Los valientes ya estaban en torno a los tres minutos.

No hubo ataques lejanos de los favoritos, todos a buen recaudo. Por eso cobró luz la posible hazaña de Moncoutié, que contaba con 1.30 minutos de renta a 5 kilómetros de la cima. Pero Ivan Basso alzó la voz con un acelerón que dejó en cabeza a 10 corredores. Valverde, Evans y Samuel Sánchez se dedicaron a marcarse.

Apareció entonces como un proyectil Damiano Cunego, que estaba a más de tres minutos en la general, para desplegar una de las exhibiciones que lleva dentro como ciclista, aunque las dosifique de tarde en tarde. Salió en busca de Moncoutié, que al menos se enfundó el maillot de la montaña, le rebasó a mil metros de la meta y no esperó a nadie. Cantó solo la victoria.

Solvente clasicómano, ganador de dos Giros de Lombardía y de la Amstel Gold Race, Cunego estrenó su historial en la Vuelta. Era su cuarta victoria de la temporada y la 42 desde su debut profesional en 2002. También un aviso de que tiene algo que decir en la Vuelta. Aún quedan 4 finales en alto y su nombre vuelve a brillar. Como los príncipes de los cuentos.

Fuente: Todociclismo.com

Cancellara se vuelve a exhibir en la crono. Valverde aventaja a Basso

El suizo Fabian Cancellara volvió a exhibirse en contrarreloj con un vuelo rasante en el circuito de Valencia que le llevó a su segunda victoria en la presente edición, por lo que recuperó el jersey oro en una jornada en la que Samuel Sánchez fue el mejor de los favoritos y Valverde aguantó a Evans y sacó tiempo al italiano Ivan Basso.

Cancellara voló de nuevo, en esta ocasión en un circuito de 30 kilómetros empapado, con lluvia y viento y condiciones muy adversas. El campeón olímpico se salió de escena y arrasó con un tiempo de 36.41 minutos, a una media de 49.1 kms/hora.

"Espartaco", también doble campeón del mundo contra el cronómetro, superó por 32 segundos al británico David Millar y por 36 al alemán Bert Grabsch, vigente campeón universal. La sorpresa fue la cuarta plaza del español David Herrero (Xacobeo), a 40 segundos de la máquina suiza.

Los favoritos tomaron sus precauciones, pero ya se establecieron las primeras diferencias en vísperas de la montaña. El ganador entre los candidatos a la general fue Samuel Sánchez, el medallista de oro en la prueba en ruta de Pekín, que se desenvolvió como pez en el agua valenciana.

"Samu" fue sexto a 47 segundos de Cancellara y aventajó en 15 segundos a Cadel Evans, en 18 a Valverde y en 56 a Basso. El asturiano recuperó lo que perdió en aquel despiste en Holanda y presentó sus credenciales en el primer examen serio de la Vuelta a España.

Era la primera cita importante. El comienzo real de la carrera, donde Valverde, favorito número uno al escalón más alto del podio, salió con aprobado alto, ya que solo cedió 3 segundos con Evans, pero metió 38 a Ivan Basso, su enemigo italiano y hombre a batir. El luxemburgués Andy Schleck, segundo en el Tour, se dejó más de 2 minutos y la escasa credibilidad que le quedaba.

La séptima jornada con sabor a Fórmula 1, disputada en parte en el circuito urbano de velocidad, tuvo, pues, dos vencedores: por una parte Cancellara, que sumó su octavo triunfo de la temporada y se vistió de nuevo con la prenda dorada. La estrenó en Assen, donde hizo de Valentino Rossi, y se la prestó en Vinarós a Greipel antes de recuperarla en la capital valenciana, donde sucedió en el podio al brasileño Rubens Barrichello.

Y por otra parte Samuel Sánchez fue el "gallo" más fuerte. Habituado a la lluvia y a tomar riesgos, se adaptó mejor que sus rivales al asfalto mojado del circuito. Un aviso de "Samu", que juntos a Valverde luchará en la montaña contra la legión extranjera.

La general ya incluye a los nombres ilustres. Eso es porque la Vuelta se anima. Cancellara entrará en Aitana de líder, seguido a 51 segundos por el belga Tom Boonen y por David Herrero a 59. General ficticia ante la inminente irrupción de la jerarquía. Dentro del top ten y en un pañuelo de 8 segundos se aprietan Evans, Valverde y Samuel Sánchez. Vinokurov y Basso los miran en torno al medio minuto.

Una etapa animada por el registro de David Millar, que volvió por sus fueros. El británico saboreaba la posibilidad de victoria en medio del diluvio, pero Cancellara desplegó su potencial a pesar del diluvio. Fuerza bruta en su máxima expresión. Ante eso no hubo nada que hacer, por lo que el suizo se abrió paso a lo grande en la meta pegada a las aguas del Puerto de Valencia.

Los favoritos se citaron para la montaña. Esperan dos jornadas con final en alto que darán la medida exacta de cada uno de los aspirantes. Realmente la Vuelta dio el banderazo de salida en Valencia.

Fuente: Todociclismo.com