Llegará a 2012 con 31 años y todas las ganas del mundo de volver a ser el mejor del pelotón profesional. Alejandro Valverde se muestra seguro de que volverá a la élite y de que lo hará al máximo nivel. En una completa y extensa entrevista en el semanario Meta2Mil, el ciclista murciano, ganador de la Vuelta a España 2009, revela que no ha descuidado su condición física y que “lo normal” es que regrese en el Movistar Team de Eusebio Unzué. Además, defiende que su suspensión de dos años es “una injusticia enorme” y critica la postura que ha adoptado el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid. “Sabe que jamás he dado valores anómalos”, justifica.
Valverde no tiene “la más mínima duda” de que en 2012 volverá a estar entre los mejores del mundo. “Cuando me pararon era el líder mundial en el ránking de la Unión Ciclista Internacional y volveré a serlo. Otra cosa es que por culpa del parón me vaya a costar algo la adaptación en los primeros meses de 2012, pero tengo claro que una vez pasen los primeros tres o cuatro meses, se volverá a ver al mejor Alejandro Valverde”, adelanta en Meta2Mil.
Tras seis años a las órdenes de Eusebio Unzué, el murciano asegura que lo más probable es que regrese bajo su dirección en 2012 y con el maillot del Movistar Team. “La verdad es que Eusebio Unzue se ha portado muy bien conmigo y lo normal es que corra con ellos. Pero hay que esperar, ver las ofertas que me puedan llegar y ver también si le intereso a Eusebio. De todos modos, yo pienso que en la vida hay que ser agradecido y me gustaría ser agradecido con Eusebio porque es una relación que ha funcionado muy bien”, confirma.
Pese a que no compite desde el Tour de Romandía, no se ha descuidado y no falta a su cita con la grupera de Luis León Sánchez, José Joaquín Rojas o Fran Pérez. “Ahora mismo estoy entrenando como cualquier otro ciclista profesional. No quiero relajarme porque si estás un año sin correr, es difícil luego volver a estar delante. Mi peso en forma está en 61 kilos y ahora mismo peso 63,5, así que estoy fino”, destaca.
Sí asume que el 2011 “será un año largo, pero tengo tantas ganas de volver que seguro que no me descuido lo más mínimo”.
Asimismo que está fuerte mentalmente aunque ha pasado por momentos difíciles. “No he tenido ningún bajón. Los primeros días cuando salió la sanción de dos años, fueron duros, pero no he tenido ningún bache ni me ha dado por comerme la cabeza. Me han quitado tres años de poder correr el Tour de Francia cuando estaba alcanzando mi madurez deportiva. Ojalá se pueda adelantar el final de la sanción, pero si soy sincero, tengo asimilado que no volveré a correr hasta el 1 de enero de 2012”, explica.
Valverde insiste en que su suspensión de dos años es injusta. “Pat McQuaid ha dicho que casos como el mío deben ser sancionados con cuatro años de castigo. Y la verdad es que me molesta ese comentario porque es tremendamente injusto. Yo soy el único ciclista sancionado por la Operación Puerto cuyo nombre no aparece en el informe de la Operación Puerto que realizan los investigadores”, detalla.
“Creo que todo esto ha sido una injusticia enorme. Yo he pasado cientos de controles antidopaje en mi carrera deportiva y ellos tienen todos mis valores hematológicos. He sido tres años número uno mundial en la UCI y él (McQuaid) sabe que nunca jamás he creado ningún problema ni he dado valores anómalos, por lo que está claro que he ganado a pesar de la tensión con la que vivía y a pesar de ser el ciclismo más controlado del mundo y que volveré a ganar en cuanto se acabe la sanción”, asegura.
En ese sentido, asevera que “los controles nocturnos me parecen una aberración”. “Me parece una barbaridad y espero que no se apruebe”, concluye.
El pasado 31 de mayo, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) anunció que suspendía a Alejandro Valverde hasta el 1 de enero de 2012 al considerar que el ciclista estuvo involucrado en la la Operación Puerto en 2006 basándose científicamente en que la bolsa de sangre número 18 contiene EPO y que el ADN demuestra que pertenece a Valverde.
El TAS resolvía así la apelación de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopa (AMA) contra la Federación Española y Valverde y condenaba al corredor a dos años de sanción.