Qué mejor que una victoria contundente para empezar a contrarrestar una sanción injusta. Eso debió pensar Alejandro Valverde cuando el pasado lunes comenzó a pedalear en el prólogo de la 89ª edición de la Volta a Cataluña, cuya general ha ganado hoy, con 15 segundos de ventaja con respecto al irlandés Daniel Martin.
Para Valverde, la Volta ha sido el escenario de una reivindicación. Apenas ha levantado la voz en la sala de prensa, pero a lomos de su bicicleta, especialmente decorada como corresponde al campeón de España, se ha dejado notar: quiere ser un ciclista normal, pelear por las victorias en la carretera y olvidarse de los tribunales.
La temporada de Alejandro Valverde había comenzado más suave, con el Tour ya en el foco. Pero todo cambió el pasado 11 de mayo, cuando el Tribunal Antidopaje del Comité Olímpico Italiano (CONI), le impuso una sanción de dos años sin correr en Italia. Los motivos, su supuesta implicación en la Operación Puerto, su supuesta relación con una bolsa de sangre incautada a Eufemiano Fuentes. Las consecuencias, tan imprevisibles como duras: podría perderse el Tour, que este año volverá a pasar fugazmente por Italia.
Los abogados de Valverde ya han recurrido al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de Lausana. Entretanto, Valverde ha decidido dar un paso adelante encima de una bicicleta. Pudo pasar de incógnito en la Volta, pese a ser el ciclista más solicitado por la afición, pero decidió pelear la victoria final.
Arropado por un equipo de garantías, similar al que correrá el Tour, Valverde ganó la ronda catalana con una autoridad incontestable. Despejó las dudas del primer día (llegó apenas unos días después de una gripe y anímicamente tocado) con un segundo puesto en el prólogo de Lloret y el segundo día, en Roses, ya se vistió de líder.
Sus diferencias con respecto al segundo nunca superaron los 15 segundos, pero su control de la carrera fue absoluto. En la tercera etapa se permitió el lujo de ganar en el esprint de La Pobla de Lillet, después de tres puertos de primera categoría.
En la etapa reina, en Andorra, fue tercero, después de una increíble ascensión al Coll de la Botella, de categoría especial. Fue el único de los favoritos a la general que se mantuvo en cabeza, a un ritmo alto y con una extraordinaria ambición.
A partir de ahí, su equipo dio vida a los esprinters y Valverde se dedicó a tachar días hacia la victoria final. Completó sin problemas las etapas de Torredembarra y Barcelona para llegar hoy al Circuito de Cataluña, escenario del punto final de la carrera, como ganador final, por delante de Daniel Martin y Haimar Zubeldia. Samuel Sánchez, otro de los favoritos al triunfo final, fue noveno, a 1:42 de Valverde.
La Dauphiné Libéré será el próximo reto del ciclista del Caisse d'Epargne. En Francia defenderá la victoria que logró el año pasado frente a un puñado de favoritos al Tour, entre ellos Alberto Contador. Valverde peleará por el triunfo mientras sus abogados defienden su inocencia con un objetivo: repetir en el Tour el pulso que mantendrá con Contador a partir del 7 de junio en la Dauphiné.
General Final:
1 Alejandro Valverde (Spa) Caisse d'Epargne 24.12.10
2 Daniel Martin (Irl) Garmin - Slipstream 0.15
3 Haimar Zubeldia (Spa) Astana 0.22
4 Mikel Astarloza (Spa) Euskaltel - Euskadi 0.34
5 José Angel Gomez Marchante (Spa) Cervelo Test Team 0.38
6 Jakob Fuglsang (Den) Team Saxo Bank 0.45
7 Alexsandr Dyachenko (Kaz) Astana 0.49
8 Xavier Tondo (Spa) Andalucia-Cajasur 0.56
9 Samuel Sanchez (Spa) Euskaltel - Euskadi 1.42
10 David De La Fuente (Spa) Fuji-Servetto 1.52
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