Samuel se ha resarcido de su desfallecimiento del primer día de carrera en la cuesta de Putxeta y ha logrado el triunfo gracias no solo a la fuerza de sus piernas sino también a la inteligencia con la que ha encarado la última de las siete subidas de la jornada, la de Usartza, cuya cima estaba a solo dos 2,2 kms. de meta.
El asturiano no ha entrado al trapo de los primeros ataques importantes, en los que quizás Andy Schleck, sobre todo, y Gesink han quemado sus naves demasiado pronto. El de Oviedo ha regulado, ha alcanzado a los primeros, se ha aguantado también tras otro arreón, el definitivo, de Horner, y luego, cuando les han cazado Valverde y Gesink, ha aprovechado su condición de rezagado en la clasificación general para marcharse en el pequeño tramo de bajada que conducía a la meta y ganar destacado.
Si espléndido ha estado el líder del Euskaltel, no menos brillantemente se ha comportado el jefe de filas del Caisse d''Epargne, quien, después de mantenerse en posiciones discretas durante la subida final, ha diluido los 15 segundos que cedían él y a Gesink a 2 kms. de meta con Samuel y Horner, el rival al que quería cazar, con un demarraje impresionante tras alcanzar el alto.
Fueron esos últimos kilómetros justo premio a los miles de espectadores que se han dado cita en las rampas de unos de los puestos más emblemáticos del ciclismo vasco y en cuya cima la edición anterior se impuso, imperial, Alberto Contador.
La vibrante subida a Usartza ha sido el colofón merecido de una etapa disputadísima por todos los grandes candidatos a la victoria final de la carrera, que ahora parece quedar ya solo en una lucha entre Valverde y Horner de cara a la crono final del sábado Orio. Antes, mañana, sobre las empinadas cuestas de Aia, el tercero en discordia de la carrera, Gesink, intentará mejorar una situación que, aunque es muy destacada -solo está a 1 segundos de Valverde y con el mismo tiempo de Horner- no le da demasiadas opciones en una especialidad, la contrarreloj individual, que no es la suya.
Ya sin posibilidades se han quedado corredores como Andy Schleck, Damiano Cunego, Beñat Intxausti o Joaquím ''Purito'' Rodríguez, quienes, aunque también han reclamado su cuota de protagonismo, han cedido mucho tiempo en la meta.
Como en días anteriores, buena parte de la etapa ha estado marcada por una escapada, esta vez de cinco corredores, aunque hoy ha tardado más en formarse por la velocidad con la que ha salido el pelotón de Murgia-Zuia. Dos de sus componentes, Amets Txurruka y Jacob Fuglsang, podían ser piezas claves en el tramo final ante un posible trabajo en favor de sus líderes, Samuel y Andy Schleck.
Un corredor del Footon Servetto, que va a escapada por día, el de hoy Aitor Pérez Arrieta (Footon), Iván Santaromita (Liquigas) y Johannes Frohlinger (Milram) completaban el quinteto. Los fugados han llegado a tener hasta 4:05 de ventaja sobre el pelotón, pero por detrás había muchos intereses y al equipo del líder real de la carrera, Valverde -Oscar Freire era el oficial, pero sus opciones de victoria eran inexistentes-, se han sumado el Lampre de Cunego, el Katusha de ''Purito'' y el Sky.
En la subida a Ixua, Txurruka ya demostró ser el más fuerte del quinteto y lo ratificó en Usartza, donde aún tuvo arrestos para seguir un kilómetro más en solitario después de que sus compañeros fuesen cazados a 6,5 kms.de meta y ya con los corredores importantes de la carrera calentados motores.
El primero que lo intentó fue el pequeño de los Schleck, el segundo Gesink y el último Horner, a quienes respondieron primero Samuel y después Valverde, para acaparar entre ambos los grandes premios que repartía la etapa, la victoria y el liderato.
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