El presidente de la Federación Italiana de Ciclismo, Renato di Rocco, lanzó un ataque frontal contra Alejandro Valverde, suspendido por dos años por el Comité Olímpico transalpino por su presunta implicación en la 'Operación Puerto'. "Es escandaloso", dijo tras el triunfo del español en la Vuelta a Romandía.
"Parece que Valverde está implicado también en la investigación a la clínica Humanplasma de Viena", dijo Di Rocco. "Es escandaloso que continúe corriendo y ganando", continuó el dirigente.
Gianni Petrucci, presidente del CONI y vicepresidente de la UCI, ha solicitado que la suspensión tenga ámbito mundial: "Tendrían que haberle prohibido correr hace tiempo. La UCI quiere hacerlo, pero es necesario un consenso con la Agencia Mundial Antidopaje, que está en curso. Espero que Valverde sea suspendido antes del Tour. Sería una buena señal y un mensaje de que no hay diferencias de trato entre unos corredores y otros".
El número uno de la clasificación mundial es un ciclista que corre en situación de libertad condicional. Un corredor, Alejandro Valverde, que corre todo lo que puede mientras pueda, que intenta ganarlo todo. "Es la única forma de expresión, ganar; la única forma de luchar", dijo ayer Valverde después de ganar una carrera más, y no de las menores, la Vuelta a Romandía, conquistada gracias a la regularidad todos los días, a una gran contrarreloj el viernes y a las bonificaciones en una última etapa en la que, tras un gran descenso, alcanzó en compañía de Menchov y Spilak al fugado Anton con tiempo suficiente para esprintar y levantar el brazo, victorioso, en Sion. La quinta del año.
Lo dijo, quizás, consciente de que esta semana que hoy empieza se decidirá su futuro.
Esta semana, hoy, la Unión Ciclista Internacional (UCI) publicará su clasificación semanal, en la que Valverde, merced a la victoria suiza, figurará como número uno (también, su equipo, el Caisse d'Épargne, y también España, en la clasificación de naciones) y hoy mismo o, si no, mañana o pasado, otro organismo radicado en Suiza, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) publicará su decisión sobre el último caso abierto al ciclista murciano, uno de la UCI contra la federación española para que le abra expediente por la Operación Puerto. En el otro, el TAS dio la razón al CONI (Comité Olímpico Italiano) en su sanción para prohibirle correr en Italia.
En este, la UCI o, al menos, su presidente, Pat McQuaid, espera un laudo favorable que le permita sancionarle en todo el mundo. "Y queremos que sea de dos años a partir de ahora", dijo McQuaid, presente en Romandía, a un grupo de periodistas suizos; "ya buscaremos la fórmula legal para hacerlo".
Si la UCI lo consigue, se producirá una situación legalmente complicada: mientras la sanción de la UCI concluiría en mayo de 2012, la italiana lo hace el 10 de mayo de 2011. En teoría, Valverde podría volver entonces a competir en Italia, pero no en el resto del mundo. Por su parte, la gente de Valverde plantea contar la sanción no en número de años, sino de Tours en los que no pueda competir. Dado que no pudo hacerlo en 2009 ni podrá tampoco seguramente en 2010, debería poder regresar al ciclismo antes de julio de 2011.
McQuaid, que siguió en coche las etapas del fin de semana bajo la lluvia insistente y fría, da por seguro que un laudo favorable pondrá término, por fin, a un asunto que él convirtió en fundamental desde que intentó infructuosamente impedir a Valverde disputar el Mundial de Stuttgart en 2007. Por eso, quizás, buen fajador, aguantó el puñetazo que suponía la victoria de Valverde en su cara diciéndole al chófer de su coche: "Esta ha sido la última carrera que gana Valverde".
A diferencia de Ivan Basso o Jan Ullrich, entre otros, Valverde, de 30 años, no figuraba en el listado elaborado por la Guardia Civil que sirvió de base para limpiar el Tour de 2006. Sin embargo, Ettore Torri, tenaz y perseverante fiscal antidopaje del CONI, no cejó hasta conseguir en diciembre de 2008 un análisis de ADN que demostraba que el plasma de una de las bolsas decomisadas al doctor Eufemiano Fuentes en mayo de 2006 pertenecía al murciano. En mayo de 2009 le prohibió correr en Italia por dos años.
Curiosamente, Valverde ha construido el grueso de su gran palmarés, un listado de victorias que le hacen un ciclista a lo Kelly o lo Jalabert, después de la caída de la red de Eufemiano. Muy prometedor y popular en su época del Kelme, el equipo en el que prestaban sus servicios Fuentes y Walter Virú, otro médico acusado de un delito de dopaje, Valverde ha dado su máximo a partir de 2006 en el Caisse d'Épargne, en el que, "de manera nada sospechosa ni avasalladora, sino trabajada, sin demostraciones extraordinarias", según su director, Eusebio Unzue, ha conseguido, entre otros éxitos, dos Liejas, una Vuelta a España, etapas en el Tour y una Vuelta a Romandía, que quizás sea su última victoria en unos cuantos meses.
El ciclista español considera que las recientes declaraciones del presidente de la UCI, Pat McQuaid, y del titular del CONI, Gianni Petrucci, constituyen un "ensañamiento institucional y personal" contra él, y recuerda que es "posiblemente el deportista más controlado del mundo".
"Las declaraciones vertidas por estos dirigentes sólo pueden entenderse dentro del ensañamiento institucional y personal que existe contra mi, y con el único fin de presionar a las instituciones, especialmente al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), para que adopte decisiones sancionadoras aunque para ello tengan que ir en contra de la normativa aplicable", explica el ciclista murciano
"Mis muestras biológicas son analizadas en los más importantes laboratorios antidopaje del mundo. Nunca se ha detectado ninguna sustancia prohibida en mi organismo y mi perfil biológico es intachable", asegura Valverde.
"Las acusaciones vertidas por las organizaciones deportivas", continuó Valverde, "se refieren a hechos supuestamente ocurridos hace más de seis años. Mis principales victorias (Vuelta Ciclista a España, Lieja-Bastogne-Lieja, Dauphiné Libéré, Vuelta a Cataluña, etapas en el Tour de Francia, Tour de Romandía, etc) son indiscutibles".
Valverde subraya que la UCI "tiene en su poder todas las muestras biológicas, tanto de orina como de sangre desde agosto del año 2004, así como todos los datos biológicos (perfiles hematológicos, perfiles hormonales, datos de controles de salud y de controles antidopaje) desde enero del año 2002.
"A fecha de hoy no existe ninguna sanción firme en mi contra. La sanción impuesta por el CONI está recurrida, y la sentencia arbitral del TAS en el caso iniciado por la AMA y la UCI contra la decisión de la Real Federación Española de Ciclismo, de 7 de septiembre de 2007, todavía no la conocemos", indicó.
Valverde propuso al TAS, al CONI, a la AMA y a la UCI, la realización de un test de ADN fuera de Italia, concretamente en territorio suizo, para garantizar la independencia del laboratorio y un procedimiento con todas las garantías, con el fin de demostrar su inocencia. "Estas organizaciones", asegura, "se negaron a realizar ese test fuera de Italia, con todas las garantías requeridas para garantizar la fiabilidad del análisis y poder acreditar mi inocencia".
Valverde piensa que, a pesar de todas las acciones emprendidas para demostrar su inocencia, estas declaraciones "buscan arrojar dudas sobre las victorias obtenidas a lo largo de mi carrera y dañar mi imagen pública", por lo que sus abogados estudian la posibilidad de emprender acciones legales contra estas personas por el daño que le está causando.
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