Una sangría… a la española por favor.
Desde que allá por el año 2006 se inició el llamado proceso de la Operación Puerto, el ciclismo español ha estado tambaleándose diría yo que semana tras semana, mes a mes y como vemos estamos en junio, 4 años después, y aquel famoso proceso aún perdura en la actualidad.
Me llamo Iván Gutiérrez y soy ciclista profesional desde finales del año 1999. Me he decidido a escribir esta carta ya que desde entonces a hoy, como pueden comprobar, he vivido un sinfín de avatares tanto pedaleando, como fuera de la bicicleta, pero eso sí, lo que he sentido ayer tras escuchar la noticia de que a mi compañero y amigo Alejandro Valverde, le iban a retirar la licencia ciclista durante un periodo de 2 años, ya es la gota que colmó el vaso y he sentido la necesidad, aún sabiendo que mi opinión es un grano de arena en un océano, que al menos ustedes los lectores conocerán de primerísima mano lo que sentimos la mayoría de los ciclistas españoles.
El caso Alejandro Valverde es la mayor injusticia que he vivido nunca. Alejandro es un campeón al que se le va a prohibir correr. Y si les digo la verdad ni yo, ni la mayoría de nosotros sabemos el por qué.
Alejandro Valverde es el ciclista con mayor talento natural y condiciones innatas para la práctica del ciclismo que he visto en 31 años que tengo. Me atrevería a decir que es un talento único. He compartido “vestuario” con los mejores corredores españoles de la última década, dícese Olano, Beloki, Gonzalez de Galdeano, Jalabert, Pereiro, Menchov y he competido contra Armstrong, Contador y un elenco inagotable de ciclistas aún hoy en la élite mundial. Por ello me creo en la capacidad de argumentar que es injusto que a esta persona no se le permita practicar el deporte para el que ha nacido.
Alejandro Valverde un corredor que nunca ha tenido un control antidopaje anómalo, y podría ser el ciclista que mayor número de test efectúa ya que es prácticamente pódium en cada una de las competiciones en las que participa, sin contar los innumerables controles fuera competición en que está sometido.
Por ello yo me digo: ¿Qué ha de hacer un deportista y más aún un ciclista, un colectivo roto, con la escasa credibilidad que nos dan los medios de comunicación, al margen de la cantidad de errores que se dan esporádicamente y desgraciadamente por parte de unos pocos inconscientes que como dice la misma palabra no son capaces de discernir las normas de este apasionado deporte, y que con los cuales pagamos todos los miembros de esta familia ciclista?
Los ciclistas queremos, hacemos y competimos por un deporte limpio y todos lo hacemos, pero necesitamos un poco de comprensión por parte de la sociedad y a ver si entre todos luchamos por la cantidad de injusticias que continúan dándose. Hoy es el día de Alejandro Valverde, pero por el camino quedaron una gran cantidad de compañeros desde aquel famoso año 2006.
Me gustaría que mi opinión sirviese para algo. Es compartida por la inmensa mayoría de nosotros.
A los dirigentes de estamentos deportivos….S.O.S... La bicicleta se hunde…Ayuda. ¡Ya!
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