En la inédita llegada de Joigny, el maillot verde del Tour 2005 volvió a levantar los brazos al cielo, esta vez por delante del sudafricano Robert Hunter (Barloworld) y del español Óscar Freire (Rabobank), de nuevo entre los grandes a pesar de sus insistentes molestias derivadas de un forúnculo.
La etapa fue casi un calco de la anterior, pero algo más animada de ritmo. Marcó una media de 41,7 kms/hora, lejos de la siesta a 35 de promedio que se regaló el pelotón camino de Compiegne. Pero en definitiva sirvió para arrancar otra hoja del calendario y mantener en el liderato al suizo Fabian Cancellara (CSC) por cuarto día consecutivo.
Desenfundaron sus armas en el kilómetro 30 los españoles Juan Antonio Flecha (Rabobank) y Gorka Verdugo (Euskaltel), los franceses Sylvain Chavanel (Cofidis) y Matthieu Sprick (Bouygues) y el alemán Christian Knees (Milram). El mejor clasificado, Chavanel, doble campeón de Francia de contrarreloj, era el más peligroso en la general a 56 segundos de Cancellara, por lo que tampoco podía echarse a dormir el CSC del líder.
Cazados a falta de 8 km
El grupo, en el que ya faltaba el español Xavier Zandio (Caisse D'Epargne), no permitió que la fuga, compuesta por buenos rodadores, superase en momento alguno los 4 minutos. Se instaló el control entre la marabunta, a expensas de escuchar la alarma de los equipos de los esprinters para reducir a los animadores de la jornada, buenos rodadores ellos, incluso con experiencia en ganar etapas en el Tour, como Flecha, con libertad para buscar su momento sin perjudicar a Freire, quien sigue sufriendo los rigores de un forúnculo.A 8 kilómetros de Joigny fueron alcanzados Verdugo, Sprick y Chavanel. Apenas mil metros después Flecha y Knees se dieron la mano en un gesto de despedida. La otra etapa, la de verdad, ofrecía un escenario de lucha por coger las primeras plazas. Y allí apareció Hushovd, poderoso y preciso en el combate. Agarró la posición con vistas a la raya de meta, arrancó y allí se acabó el combate. Una victoria lo cura todo. El fajador noruego recuperó la sonrisa.
El primer perfil ondulado se presenta en la quinta etapa que unirá las localidades de Chablis y Autun, de 182,5 kilómetros. En el recorrido hay cuatro cotas de cuarta categoría, tres de tercera y una de segunda, el Col de Haut Folin, de 12,9 kilómetros al 3,7 por ciento de pendiente media. Puede prosperar una escapada.
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