El manager de Astaná, Marc Biver, ha cargado contra el equipo T-Mobile y ha llegado a decir que son los alemanes los que lideran un complot contra su formación: "Algunos quieren que nuestro equipo desaparezca. Es normal. Tienen envidia porque nosotros fichamos a Andreas Kloden y tienen mucho miedo de que Kloden pueda ganar el Tour con los colores de Astaná. T-Mobile tiene un problema con nosotros".
Por su parte, Alejandro Valverde se siente ofendido tras el mal trago que le hicieron pasar en la rueda de prensa que ofreció la pasada semana en vísperas del comienzo del Tour junto con Pereiro y sus managers donde periodistas alemanes y franceses pidieron que demostrara su implicación en la operación puerto.
Es bastante lógico que alemanes y franceses estén preocupados por no tener un líder sólido, como en el caso de los franceses, o no tener un gran líder compatriota en su equipo, el caso de los alemanes, pero no tienen por qué cargar contra ciclistas que lo están dando todo sobre la bici actualmente y se queden tan tranquilos. Eso que yo sepa se llama envidia por querer expulsar a grandes corredores de otros países y en especial italianos y españoles (Valverde, Contador, Mancebo, Sevilla...) ya que ellos no pueden luchar por el Tour.
Además, el presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el canadiense Richard Pound, ha criticado los controles antidopaje del Tour de Francia, que considera "flojos", y ha llamado a las televisiones a "actuar en consecuencia" ante el problema. "En los últimos años, los controles del Tour han funcionado así: se somete a los ciclistas al control a las cinco de la mañana para una etapa que empieza al mediodía. Antes de la carrera no hay más, durante siete horas tampoco, luego puedes desaparecer una hora y luego reaparecer. Por favor...", dice, en declaraciones a "Stern".
Me parece un ultraje que sigan con estos temas mientras se está disputando la prueba más prestigiosa del ciclismo mundial donde los corredores tienen que estar concentrados en lo suyo. A ver si nos dejamos de historias y disfrutamos del ciclismo como deporte ya.
Por su parte, Alejandro Valverde se siente ofendido tras el mal trago que le hicieron pasar en la rueda de prensa que ofreció la pasada semana en vísperas del comienzo del Tour junto con Pereiro y sus managers donde periodistas alemanes y franceses pidieron que demostrara su implicación en la operación puerto.
Es bastante lógico que alemanes y franceses estén preocupados por no tener un líder sólido, como en el caso de los franceses, o no tener un gran líder compatriota en su equipo, el caso de los alemanes, pero no tienen por qué cargar contra ciclistas que lo están dando todo sobre la bici actualmente y se queden tan tranquilos. Eso que yo sepa se llama envidia por querer expulsar a grandes corredores de otros países y en especial italianos y españoles (Valverde, Contador, Mancebo, Sevilla...) ya que ellos no pueden luchar por el Tour.
Además, el presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el canadiense Richard Pound, ha criticado los controles antidopaje del Tour de Francia, que considera "flojos", y ha llamado a las televisiones a "actuar en consecuencia" ante el problema. "En los últimos años, los controles del Tour han funcionado así: se somete a los ciclistas al control a las cinco de la mañana para una etapa que empieza al mediodía. Antes de la carrera no hay más, durante siete horas tampoco, luego puedes desaparecer una hora y luego reaparecer. Por favor...", dice, en declaraciones a "Stern".
Me parece un ultraje que sigan con estos temas mientras se está disputando la prueba más prestigiosa del ciclismo mundial donde los corredores tienen que estar concentrados en lo suyo. A ver si nos dejamos de historias y disfrutamos del ciclismo como deporte ya.
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