Alejandro Valverde está de vuelta. A sus 31 años y después de no competir durante 20 meses se volverá a poner un dorsal en el Tour Down Under como el líder del Movistar Team. El murciano presentó ayer su nuevo maillot y adelantó sus inquietudes y anhelos cara a un 2012 en el que apunta a las clásicas, el Tour de Francia, los Juegos Olímpicos y el Mundial.
No se arrepiente de nada y quiere mirar hacia adelante. “En todo momento he dicho lo que pienso y ahora sólo miro hacia el futuro. He disfrutado mucho con lo que he hecho hasta ahora en mi carrera, y ahora empezamos una nueva etapa con esta nueva casa. Movistar me ha dado la oportunidad de comenzar otra vez en lo más alto y espero dar muchas alegrías y sobre todo disfrutar”.
“Está todo en regla para empezar a correr en Australia. Estoy tranquilo en ese sentido cara a hacer lo que más me gusta. He estado señalado durante mucho tiempo y ya he cumplido. Me he sentido querido por el pelotón y no estoy preocupado por eso”, apostilló.
Su primera estación será el Tour Down Under donde espera ofrecer un buen nivel. “Ya me gustaría ganar en Australia, pero aunque he trabajado duro han sido 18 meses sin competir. Por eso, llego bien, pero hay que empezar poco a poco y ver si soy el mismo Alejandro de antes. Se trata de no obsesionarme con la primera victoria sino ir con cautela, sin presión”, explicó.
El murciano piensa que puede llegar, al menos, a su nivel anterior. “Físicamente, estoy más descansado. He entrenado duro y me he machado para simular la competición. Y tengo algunas referencias de tiempo que son similares a las de años anteriores. La forma física no ha bajado. Sí que tengo respeto y miedo a cómo respondo al final de las competiciones. Si me falta un poco de fondo, lo recuperaré poco a poco en Australia”, aseguró.
Veinte meses sin competir le han valido para ver el ciclismo desde la distancia y saca un mensaje positivo. “Ves cosas que no ves cuando están en competición que te sirven para aprender y trabajar mentalmente, ves cosas que antes no podías ver”. Una suspensión que ha tenido su lado positivo. “He podido disfrutar de la familia, ha sido lo más grande, ver crecer a mis hijos, ir a la playa, algo que no puedes hacer cuando corres porque tienes muchos viajes. Ese ha sido el mayor beneficio. Ha sido duro no hacer tu deporte y tu trabajo pero también ha sido gratificante disfrutar de la familia y los amigos”, destacó.
“Gilbert será mi gran rival a batir”
Cara a la temporada que está a punto de comenzar, tiene claras sus prioridades. El principal objetivo es volverme a encontrar yo mismo. Estoy centrado en el Tour pero hay otras carreras muy, muy bonitas como las clásicas, los Juegos Olímpicos y el Mundial. La idea sí es ir a los Juegos Olímpicos, aunque hay ver cómo se adapta el recorrido a mis características. Ser campeón olímpico tiene que ser muy bonito, pero hay otros objetivos. Y no descarto el Tour y estar en lo más alto, pese a que tiene muchos kilómetros de crono”, subrayó.
“Tengo el hándicap de las cronos largas. He tenido tiempo para entrenar las cronos de larga distancia, ahora toca ver el resultado en la competición porque no es el mismo ritmo”, añadió.
En su agenda están también Amstel, Flecha Valona y Lieja. “Las Ardenas me han dado muchísimo. Son carreras bonitas e importantes y vamos a luchar por ellas. Me gustaría estar a un gran nivel”, apuntó.
Y tiene claro que “Gilbert, por tal y como estuvo en 2011, será difícil de vencer, pero es un reto”. “Será mi gran rival. Ganas no van faltar. Será un hueso bastante duro aunque nuestro deber es ponérselo difícil y ver si podemos ganar. Y habrá más corredores de un gran nivel, como Sagan que tiene una proyección importante”, señaló.
Seguro que nos espera una gran temporada del murciano en su regreso a la alta competición.
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