Preguntado por las posibilidades de los españoles en la próxima edición de la cita gala, dijo: "Veo con posibilidades a Carlos Sastre, que siempre lucha entre los primeros, Óscar Pereiro, que debía ser ya el vencedor, y a Alejandro Valverde. A éste último lo están linchando con injusticia y puede afectar a su tranquilidad. También puede pasar lo contrario, que se enrabiete y demuestre lo gran corredor que es". Sin embargo, sus candidatos para inscribir su nombre como vencedores de esta prueba no son de nuestras fronteras: "Los favoritos para el triunfo final van a ser Vinokourov en primer lugar y luego Kloden y Karpets".
El corredor, triste por no poder participar en la carrera por etapas más importante del mundo, afirmó que: "Es un desencanto para mi el hecho de no poder ir al Tour. El único recuerdo bueno por el momento de Francia es mi mujer (de nacionalidad francesa), ya que el primer año me retiré con la clavícula rota y en el segundo por una bronquitis".
La Grande Boucle, según manifestó: "Es lo máximo para un ciclista y yo tuve la suerte de ir dos años, y ahora que me había hecho a la idea debo quedarme en casa. Estoy decepcionado, pero tengo que curarme de la lesión y luego continuar con otros objetivos. Tenía ilusión por el Tour. En la Vuelta a Suiza me encontré bien, pero al final empecé con los problemas y me quedé muy flaco".
Sobre su baja, bromeó a la hora de decir que: "Mi ausencia se notará, aunque sea por los chistes malos que suelo contar a mis compañeros por la noche. En la montaña se me echará en falta, es una lástima quedarme fuera a última hora".
A partir de ahora, tiene claro que recuperar la salud será el primer objetivo y después se planteará el calendario de final de temporada. "Me tendré que tomar las cosas con tranquilidad, primero hacerme las pruebas y luego si todo va bien preparar la Vuelta a España, que sigue siendo el objetivo del año".
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