"El objetivo es luchar por el podio, porque hacer aquí cuarto, sexto o séptimo ya no me vale. El año pasado quizá perdí opciones de etapa por mantener el puesto en la general. Este año, tras los primeros días, habrá que analizar en qué situación estamos y decidir qué es mejor", señaló el corredor madrileño.
Marchante, de 27 años, llega a la Vuelta confiado y tranquilo tras haber superado una enfermedad que le impidió tomar la salida en el Tour. "El venir aquí después de haber ganado en Urkiola siempre te da más serenidad.
Respecto a los favoritos, marchante señaló "a los de siempre, es decir, Sastre, Menchov y Pereiro, que sale desde casa y además alguna sorpresa, que seguro que aparece.
"Llego con mucha ilusión después de todos los problemas que he pasado. Volver a competir ya fue importante para mí y tengo muchas ganas a la Vuelta. Sé que he corrido muy poco en los últimos meses, pero soy un ciclista que coge la forma bastante rápido y en San Sebastián, Urkiola y Burgos ya demostré que estaba bien", señaló.
El madrileño espera ir a más con el paso de los días y paliar la falta de competición. Lo único que teme es que esa carencia de ritmo haga que no recupere bien de los esfuerzos, "porque después de parar veinte días en julio he trabajado muy duro y tres semanas no son lo mismo que una vuelta de cinco días", explicó.
Marchante, que se impuso en la Vuelta al País Vasco la temporada pasada, se mostró encantado con la presencia de la montaña en los primeros días.
"Está claro que en el primer bloque de la Vuelta está la clave, porque agrupa bastantes jornadas de montaña y la contrarreloj larga. Por eso, quien quiera estar delante tiene que llegar bien a esta primera parte, no puedes llegar corto de forma. Mi ilusión es luchar por la victoria en los Lagos de Covadonga porque, además tal y como está estructurada la carrera, eso te puede dar el maillot de líder", concluyó.
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