viernes, 17 de agosto de 2007

Vuelve ha ganar el mejor aunque lo intentó en otros momentos

Alejandro Valverde se mostró encantado con su victoria en la cuarta etapa de la Vuelta a Burgos porque le devuelve la confianza perdida en la crono de Albi del pasado Tour de Francia.

Este es el Valverde capaz de ganar cualquier objetivo que se proponga. Este es aquel que quiso pero no pudo ganar los mundiales de 2003, 2005 y 2006 y que este año puede rematar con el oro el maillot arco iris. Este es el Valverde que se crece ante las adversidades, contra los que le faltan al respeto y rompen su dignidad. Alejandro, que a pesar de teer en mente una mala experiencia como la de Albi, ha conseguido una victoria que le alza de nuevo a lo más alto. El broche de la temporada está en Stuttgart esperando ya al murciano.

"Me gustó el recorrido. Por la mañana, hice la crono y ví que el recorrido se adaptaba a mis características. Así que salí mentalizado como si se trataba de un prólogo, me esforcé a tope. El resultado me ha dado una alegría. Me devuelve la confianza que en parte había dejado en la crono del Tour en Albi", comentó.

En esa crono Valverde perdió algo más de 6 minutos (6:08) respecto al vencedor, el kazajo Alexandre Vinokourov, expulsado posteriormente por dar positivo por una transfusión sanguínea en el control tras esa contrarreloj, y perdió sus opciones de triunfo en la clasificación general.

Respecto a sus opciones de arrebatar en la última etapa el jersey morado de líder al colombiano Mauricio Soler, del Barloworld, rey de la montaña en el Tour y del que le separan apenas 2 segundos, señaló que "queda una etapa y la escasa diferencia con el líder deja abierto cualquier resultado".

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