Biarne Riis ha vuelto al Tour de Francia en plena forma. Tras un año de veto por confesar haber ganado el Tour de 1996 gracias al dopaje, el director deportivo del CSC ya es uno más de la caravana del Tour. Y protagonista. El jefe de Carlos Sastre estaba ayer exultante: "Carlos ya ha ganado su Tour. No sé si va a mantener la diferencia en la contrarreloj, pero el éxito no se lo va a quitar nadie porque llevamos mereciendo mantener el maillot y con diferencias desde los Pirineos".
Carlos Sastre
La táctica estaba marcada. Soy un escalador y se me dan bien los puertos cuando puedo subirlos a mi ritmo. Eso hice. Sabía que podía llegar a lo más alto y con diferencia. Salté del grupo con toda la voluntad, sabiendo que debía exprimirme y darlo todo para sacar el máximo tiempo posible en la meta. Y salió lo que salió. No esperaba recortar ni más ni menos tiempo. No había más remedio que ser valiente porque era mi última oportunidad.
Los Schleck simplemente controlaron perfectamente a Cadel Evans porque era el rival más importante que teníamos entre los favoritos. Le sujetaron bien cada vez que intentó marcharse a por mí.
Frank Schleck
He perdido el amarillo pero lo ha ganado un gran compañero como es Carlos Sastre. No estoy en absoluto decepcionado. Fue muy bonito mientras duró. Ahora deberemos luchar para que Sastre lo pueda mantener.
Entre mi hermano y yo decidimos que lo mejor era pegar pequeños acelerones en la ascensión para que los demás tuvieran que venir a por nosotros sin poder recuperar las fuerzas. Estoy seguro de que así los cansamos aún más. El trabajo de todos fue fantástico porque además contamos con un Sastre que demostró ser el mejor escalador en el puerto más decisivo del todo el Tour.
Tendremos que seguir controlando la carrera porque mantuvimos el maillot de líder. Yo antes era el líder, el amarillo, y ahora lo es Sastre. Voy a ser su delfín para que podamos lograr nuestro objetivo.
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