El colombiano Mauricio Soler Hernández, vencedor de la novena etapa del Tour de Francia, se ha mostrado emocionado por un triunfo "caído del cielo" y que le ha permitido lograr uno de los sueños de su vida.
El ciclista del Barloworld, tras imponerse en Briançon y coronar en cabeza el mítico puerto del Galibier, aseguró: "Correr un Tour ya era un sueño, ganar una etapa es todavía más. No pensé que lo lograría tan pronto, es una victoria caída del cielo".
Soler Hernández, de 24 años, consiguió la mayor victoria de su carrera en su primera participación en el Tour. Humilde de origen, el colombiano señaló que su próxima meta será completar la ronda gala y llegar a los Campos Elíseos de París.
Enfermo en los días anteriores, Soler aprovechó la jornada de descanso para recuperarse y no dejó pasar el ascenso a un puerto de categoría especial para imponer su clase, en la línea de los grandes escaladores colombianos: "Por su puesto que tengo como ídolos a Lucho (Herrera) y Fabio (Parra) y a otros colombianos, pero al que más he admirado ha sido a Miguel Indurain, siempre he querido parecerme a él".
Descendiente de una familia campesina, Soler Hernández comenzó a montar en bicicleta a los 16 años y sus buenos resultados en las carreras locales cerca de su ciudad natal de Ramiriqui: "En la primera carrera que corrí le saqué dos vueltas al segundo y empecé a pensar que podía ser ciclista profesional".
El colombiano no olvidará nunca su ascenso al Galibier, donde vino desde atrás y dejó plantados a todos los rivales: "He atacado como un loco, sólo pensaba en llegar a la meta y cumplir uno de los sueños más grandes de mi vida".
Sus primeros pensamientos fueron para su esposa y su familia: "Les he brindado un momento de alegría, es lo más grande que me ha pasado en mi vida".
Comenzó su carrera profesional en el Orbitel, desde donde pasó al Aqua y Sapone italiano, donde fue visto por el entrenador Claudio Corti, que le ayudó a pasar al Barloworld, donde corre desde el principio de temporada.
Por su parte,Iban Mayo se ha mostrado muy satisfecho de su labor en el Galibier, pese a los constantes calambres. El ciclista sigue manteniendo su privilegiada tercera posición en la clasificación general del Tour de Francia tras la disputa de la novena etapa de la carrera, última de la trilogía alpina
El ciclista vasco ha sufrido a lo largo de la etapa. "Estoy contento del balance de la etapa, porque he sufrido mucho por los calambres desde el inicio del Galibier. He pensado, incluso, en que tendría que pararme para estirar los músculos, porque no podía ponerme de pie en la bicicleta", dijo.
Mayo ha preferido subir "a mi marcha" y no entrar en los "cambios de ritmo" que se han producido en la parte final de la subida. Ahí, Cobo le ha hecho "un gran trabajo" y ha logrado "coronar con los mejores".
En la recta final de la etapa, le ha salido el espíritu luchador que le caracteriza. "En la rampa final de Briançon ya lo he dado todo sin pensar en los calambres. Ahí se ha visto que las fuerzas entre todos están muy igualadas. Ya dije que aquí cada día va a fallar uno y hoy hemos visto que gente como Moreau, Schleck o Kashechkin, que en Tignes estuvieron delante, no han estado al mismo nivel".
El paso por Los Pirineos va a marcar el Tour. "Por mi parte estoy muy satisfecho porque no esperaba salir de los Alpes en esta posición. Ahora nos queda la crono de Albi antes de la montaña, pero no creo que vaya a ser decisiva porque excepto Klöden no hay un gran especialista entre la gente de delante. Creo que van a ser los Pirineos los que van a tener la clave de la carrera".
Alberto Contador, además del maillot blanco de mejor joven, ha conquistado la quinta plaza de la general, lo que supone un buen bagaje para el espectacular ataque realizado a 5 kilómetros de la cumbre.
Contador dijo que la estrategia de la etapa estaba prevista en parte. "Es verdad que buscábamos una victoria de etapa con Gusev, Hincapie o Popovich, pero a mí me sorprendió un poco que nadie se moviera en el Galibier. Esperaba ver a Moreau y Mayo intentarlo y al no ser así, decidí atacar yo cuando faltaban 5 kilómetros. Luego nos hemos encontrado con aire de cara en los últimos 40 kilómetros y no ha podido ser, pero hemos dado un bonito espectáculo".
Contador aseguró que no había hecho el trabajo para nada. "Ha habido grandes favoritos que han perdido minutos en la general, como Schleck, Kashechkin, Vinokourov o Menchov y eso también me interesaba. Además, entre todos tenemos que intentar que las etapas no sean aburridas para los aficionados".
Por supuesto, hubiera preferido que "no nos cogieran los del grupo del líder, pero creo que nuestra maniobra ha sido bastante rentable. Nunca sabes qué puede pasar en el Tour y esos que hoy han perdido tiempo podían hacérmelo perder a mí más tarde".
EL PELOTÓN TEME A LOS PIRINEOS
Tras lo sucedido en los Alpes, Alberto Contador comienza a pensar en lo que sucederá en los Pirineos. "Lo primero es ver cómo queda la general tras la contrarreloj y quién coge el amarillo, porque si el nuevo líder es Evans, por ejemplo, la carrera cambiará. Pase lo que pase, es evidente que los Pirineos serán muy movidos y cada día distintos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario