Óscar Pereiro no descarta sus opciones para conquistar la clasificación general del Tour de Francia. El ciclista ha asegurado que es un corredor que suele ir de menos a más y que confía en mejorar su rendimiento durante la tercera semana de competición de la 'Grande Boucle'.Durante la primera jornada de descanso, el gallego manifestó que: "Mi baza principal es que es una carrera larga y en esas circunstancias suelo mejorar. El segundo bloque de montaña se me da mejor. Tengo opciones en la general, pero no me gusta pensar tan adelante, prefiero mirar a un plazo más corto".
Decimocuarto, a casi cuatro minutos del líder, el danés Michael Rasmusen, no quiso desvelar las cartas aunque señaló que la estrategia del equipo está, por el momento, en el punto deseado. "Tenemos varias bazas. Vladimir Karpets sigue adelante, Iván Gutiérrez también y Alejandro Valverde tiene todas las opciones de luchar por el Tour. Estratégicamente hemos cumplido los objetivos marcados".
Desde su rol de peso pesado del Caisse d'Épargne, no quiso descartar al kazako Alexandre Vinokurov por la lucha final aunque señaló que ve más fuertes a Andreas Kloden y Andrey Kasheckin, sus compañeros en las filas del Astana. "Creo que hay una obsesión de la prensa con Vinokurov, pero para mi el rival más difícil del Astana es Kloden. Vinokurov puede aspirar a todo, pero las circunstancias de la carrera le limitan y noto cierta obsesión. Para mi los rivales más difíciles de Astana son Kacheskin y Kloden. No creo que tenga que recordar que éste último ya ha subido dos veces al podium y Vinokourov sólo lo ha hecho una vez".
Pereiro se mostró convencido de que el Astana comenzará a apostar por Kloden si Vinokurov sigue dando muestras de debilidad en la etapa del próximo martes, última montañosa de los Alpes. Pese a todo, destacó la inteligencia de Vinokurov y aseguró que las rentas perdidas no son grandes. Si llegan en estas circunstancias a la contrarreloj del sábado próximo y el kazajo se recupera de la lesión, será un rival a tener en cuenta. "Vinokurov salvó el domingo una jornada importante. Todos le conocemos y sabemos que no se cortará un pelo cuando pueda atacar, es imprevisible y si está recuperado tratará de sacar partido".
Sobre Rasmusen afirmó que: "Hay que tenerle en cuenta. No creo que sea uno de los favoritos para ganar el Tour, sobre todo viendo las dos etapas contrarreloj de 55 kilómetros. Además, el hecho de ser líder no le permitirá maniobrar por lo que todo será diferente. Estará más vigilado y no se le dejará tomar tantas diferencias".
Sobre la etapa del domingo, se mostró satisfecho de su rendimiento aunque señaló que no se mostró más agresivo por una cierta "falta de confianza. No sabía como iba a reaccionar, pero sentí que cuando atacaron Contador y Sastre podía irme con ellos, pero preferí seguir a mi ritmo".
Para terminar, comentó que en los Alpes todos jugaron la carta de la prudencia por la perspectiva de los Pirineos, mucho más duros en esta edición del Tour. "No quiero decir que fuéramos frenados, la gente iba justa, pero es verdad que hay que jugar con la cabeza y no perder aquí el Tour para tratar de ganarlo en otro sitio. Sobre la etapa del próximo martes, decir que sería más peligrosa si el líder no fuera de Rabobank, un equipo en el que todos sus corredores andan muy bien en montaña".
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