domingo, 13 de julio de 2008

Arrasa Columbia en el sprint

El británico Mark Cavendish repitió la gesta lograda hace apenas tres días en la meta de Chateauroux y logró su segundo triunfo en la ronda gala en una nueva llegada al sprint que tuvo como escenario la ciudad de Toulouse y en la que a Óscar Freire, la mayor baza española en la volata, le fallaron las fuerzas en los últimos metros y tuvo que conformarse con ser cuarto en la línea de meta.

En la última cita para los velocistas antes de los Pirineos, la general no sufrió cambios significativos y el luxemburgués Kim Kirchen, compañero precisamente de Cavendish en el Team Columbia, seguirá vistiendo de amarillo en la primera etapa de alta montaña que se disputará este domingo entre Toulouse y Bagnères-de-Bigorre.

Pero antes de la importante cita con los Pirineos y con el mítico Hautacam -final de etapa del próximo lunes-, el pelotón era consciente de que aún tenía que superar el escollo de los 173 kilómetros que separaban Figeac de Toulouse en una octava jornada de competición que se presentaba arriesgada dado que la lluvia, que acompañó a los ciclistas durante prácticamente todo el día, complicó notablemente la situación de carrera.

Txurruka, en la fuga del día

La etapa arrancó con una fuga de diez corredores en el kilómetros 15, y tras un primer intento de carrera en solitario del francés Laurant Lefevre, no tardó en formarse un grupo de cuatro escapados que estuvo en cabeza casi toda la jornada. El español Amets Txurruka, del Euskaltel, saltó junto a los galos Pineau y Riblon a la caza del corredor del Bouygues Telecom, con el que comandaron la carrera durante más de 150 kilómetros.

Ninguno de los escapados había ganado una etapa en el Tour, lo que provocó que los cuatro apuraran lo máximo posible su fuga en busca de la victoria final. Pero los equipos de los sprinters tenían muy claro que la llegada de Toulouse era la última oportunidad que cabía para la volata antes de la toma de contacto con los Pirineos y no iban a permitir que los fugados llevaran adelante su objetivo de hacerse con la victoria.

El equipo del noruego Thor Hushovd, el Credit Agricole, empezó a tirar del pelotón a falta de 60 kilómetros. Junto con el Rabobank, impuso un ritmo fuerte de carrera para echar abajo los más de cinco minutos de ventaja con los que llegaron a contar los escapados mientras el resto se preocupaba de no caerse.

El italiano Ricardo Ricco, del Saunier Duval, pagó precisamente las consecuencias de la lluvia y el mal estado de la carretera en una caída sin consecuencias tras la que tuvo que ser ayudado por tres compañeros para reincoporarse al grupo principal.

Tras una fuga intermedia del holandés Niki Terpstra, del Milram, los cuatro de cabeza vieron 'las orejas al lobo' y lo dieron todo para intentar salvar la escapada, que apenas contaba ya con un minuto de diferencia con respecto al pelotón.

Mientras el Liquigas forzaba la máquina en el grupeto principal para neutralizar la fuga, Txurruka tensó la cuerda en cabeza y se distanció de Riblon y Lefèvre, quedándose sólo al frente de la carrrea junto a Pineau. Pero de poco iban a servir sus últimos esfuerzos. A falta de cuatro kilómetros para el final los dos corredores eran neutralziados y comenzó a vivirse una auténtica lucha en el pelotón por coger posiciones cara al sprint de meta.

Óscar Freire, encerrado en un principio en el grupo principal, logró progresar por la derecha hasta alcanzar una privilegiada cuarta posición que le permitiera luchar por el triunfo. Pero el español acusó el esfuerzo y le faltaron las fuerzas en los últimos metros ante el derroche de fuerza física que una vez más demostró el británico Cavendish.

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