Alejandro Valverde, un caballero sobre la bicicleta

El Mont Ventoux es tierra de grandes gestas que quedan en la retina de los buenos seguidores de ciclismo. El paisaje lunar que presenta este mítico puerto, junto con el viento, hace que sus ganadores se conviertan en leyendas. Hace dos años, un problema gripal dejó a Alejandro hundido llegando a más de media hora a la meta.

Allí, en uno de los lugares sagrados del ciclismo, donde murió Simpson, donde Armstrong humilló a Pantani dejándole ganar en 2000, Valverde, un caballero, dejó hablar a sus piernas, dejó que se liberara su espíritu, atormentado por el castigo italiano que le dejará sin Tour por unos hechos de 2004, mortificado por las palabras del viceministro francés de Deportes. "Valverde no es bienvenido en el Tour", dijo Bernard Laporte, uno que antes que formar parte del Gobierno de Sarkozy fue seleccionador de rugby. Valverde ha respondido al CONI y algún politico francés más con una exhibición deportiva y sobre todo humana al alcance de muy pocos.

Sabe que no podrá ir al tour, es perseguido constantemente, pero en vez de venirse abajo se crece y saca todo ese genio en la carretera. De todas formas hoy a demostrado tener una calidad humana excepcional, en los últimos metros Szmyd se ha venido abajo cuando se ha dado cuenta que era el ganador (lo habían pactado antes, colaboraban los dos, tú la etapa y yo el maillot) se ha asustado al ver que su primer triunfo iba a ser en el Ventoux.

"Sabía que tenía una gran ocasión para lograr mi primera victoria, pero todo ha sido muy complicado. He sufrido mucho debido al stress. Tenía ganas de vomitar", dijo Szmyd. El propio Szmid reconoció que Valverde le esperó. "Alejandro se ha comportado como un gran señor. No ha habido un acuerdo formal como tal. Se ha producido de forma natural, pues él corría por el liderato y yo por la etapa. Él tiene muchas victorias en su palmarés y sabía hasta que punto era importante el triunfo para mi". Cualquier otro hubiese puesto como excusa esa debilidad para romper ese pacto y adjudicarse un triunfo de gran prestigio y mas en la delicada situación moral de Alejandro, pero Valverde es un gran campeón no solo en la carretera si no también fuera y ha tenido un gesto que no lo había hecho nadie antes.

Valverde sin darse cuenta y con las ganas de recortar el máximo de tiempo a Evans, ha dejado atrás a Szmyd en los últimos metros, pero con astucia y elegancia ha simulado un pequeño problema en el cambio para dejar pasar a su compañero de fuga, que no olvidemos, ha colaborado al máximo con Alejandro y es un justísimo vencedor.

"Es tan bueno, que sólo uno como él, en estas condiciones, con todo lo que tiene en la cabeza, es capaz de hacer lo que ha hecho", declaró Eusebio Unzue, su director de equipo. "Alejandro ha sido capaz de aislarse de todo y ha sabido dejar expresarse a su rabia, ha sabido contestar en su espectacular idioma a Laporte, al CONI, a todos...".

Alejandro no ha ganado la etapa, pero se ha ganado el corazón de los aficionados de verdad con esta exhibición deportiva y humana.