sábado, 7 de julio de 2007

Llega el turno para los sprinters

Con el Tour en marcha y el suizo Fabian Cancellara de amarillo la carrera entra en la fase de alta velocidad, con una semana propicia para que los esprinters traten de imponer su velocidad en las previsibles llegadas masivas, donde el español Oscar Freire se batirá, en ausencia del italiano Alesandro Petacchi, con el australiano Robbie McEwen y el belga Tom Boonen, estos últimos también aspirantes al maillot verde por puntos.

En principio el duelo estelar lo deben protagonizar McEwen y Boonen, pero la edad no pasa en vano para nadie y surgen nuevos valores que piden paso, como los italianos del Lampre Alessandro Ballan, Daniele Bennati y Danilo Napolitano, tres valores a tener en cuenta o el alemán Robert Forster, del Gerolsteiner.

Oscar Freire tomó la salida mermado físicamente por culpa de un forúnculo que no augura grandes perspectivas para el triple campeón del mundo, quien en su cuarta participación y después de haber abrillantado aún más su palmarés con un segundo triunfo en la Milán Sanremo, tratará de buscar un triunfo de etapa, aplicando su potencia final y sobre todo su astucia para colocarse en el momento oportuno y sorprender en el instante clave.

El belga Tom Boonen (Quick Step) es a sus 26 años un corredor ya experimentado en el Tour y buscará con obsesión el maillot verde en París. En lo últimos meses ha cotizado a la baja, pero tratará de sumar victorias a las ya formadas en 2004 y 2005. La ausencia de Paolo Bettini no le favorece, pero se apoyará en el italiano Matteo Tosatto para preparar el esprint.

La falta de Petacchi, envuelto en líos de presunto dopaje, deja al australiano Robbie McEwen como máximo experto en materia de alta velocidad. El corredor del Predictor, ya veterano a sus 35 años, afronta su décima participación y presenta unas credenciales impresionantes: 11 victorias en el Tour, de ellas 6 en los últimos dos años. Tiene además 3 maillots verdes. En la presente temporada ha cosechado 5 triunfos, entre ellos 1 en el Giro de Italia y otro en la Vuelta a Suiza.

McEwen tiene fama de marrullero en el pelotón, de ser un corredor que no duda en meter el codo para coger la posición, lo que le ha costado alguna descalificación, pero nadie puede dudar de que es uno de los grandes animadores entres la marabunta de "guepardos".

Sin Petacchi, los italianos no estarán mal representados, ni mucho menos. El Lampre deberá controlar las escapadas en las seis primeras etapas porque tiene hasta tres candidatos para el esprint. Danilo Napolitano, ganador de una etapa en el Giro, Alessandro Ballan, ganador de la Vuelta a Flandes y Daniele Bennati, que se llevó 3 etapas en la Vuelta a Valencia y 1 en la Vuelta a Murcia. Todo un valor del pelotón internacional por su enorme velocidad.

En los finales supersónicos hay que tener en los pronósticos al noruego del Credit Agricole Thor Hushovd. Esta temporada aun no ha ganado nada, fue dos veces segundo en el Giro, pero es otro candidato al maillot verde, prenda que logró en 2005. El año pasado cumplió en el Tour con victoria en el prólogo y los Campos Elíseos y portando el maillot amarillo.

El legendario Erik Zabel, uno de los "abuelos" del pelotón con 37 años y 12 participaciones, no tendrá más remedio que liderar a su equipo tras la baja de Petacchi. Su confesión sobre el dopaje le deprimió, pero los mentores del equipo le dieron la confianza necesaria para motivarse de nuevo con la profesión. El alemán tiene 155 etapas en su palmarés, entre ellas tres de esta temporada, dos en la Vuelta a Baviera y 1 en la Vuelta a Suiza.

La cantera alemana, como la italiana es emergente y el Gerolsteiner espera mucho de Robert Forster, ganador de 1 etapa en el Giro y de Heinrich Haussler, a sus 23 años un talento en alza. Fue capaz de arrebatarle una etapa al mismo Tom Boonen en la Dauphiné Liberé.

Llega la fiesta para los esprinters, en unas primeras jornadas que estarán marcadas por el nerviosismo del estreno, tal vez por las caídas y por el control de los equipos de los velocistas, que hasta la séptima jornada podrán soñar con la gloria. Los Alpes los pondrá de nuevo en el anonimato y deberán sufrir a cola de pelotón.

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