lunes, 5 de abril de 2010

Alejandro: "Habrá mucha igualdad, todo el mundo está en forma"

«Agárrate si quieres, no te pegues la paliza que has empezado a hacer la etapa sin calentar», le dice Eusebio Unzue a Alejandro Valverde mientras rueda por las subidas que bordean Orio, por Aia, en unos parajes incomparables, de una belleza que nubla los ojos entre el verde que tenemos al lado de la carretera y el azul del mar que se ve en el horizonte.

Tanta belleza que parece imposible que pueda hacer sufrir tanto a los corredores. Y la verdad es que la parte final de la sexta etapa de la Vuelta al País Vasco es uno de esos escenarios en los que da la impresión de que todo puede ser posible.

«Son repechos largos, de hacer daño en las piernas. El más duro (el que sube hasta el centro de Aia, enfrente del frontón) es durísimo. El primero de ellos, el que se pasa también en la contrarreloj pica mucho, engaña bastante. Parece que termina y no acabas de subir. Lo que pasa es que también hay una bajada muy larga, que se va a hacer muy rápido. No tienes recuperación, sales de uno y te metes en el otro», explica Valverde después de ir almacenando en su memoria los datos de ese final, que no cree que pueda marcar muchas diferencias entre los favoritos.

«No sé si entre los primeros de la general habrá muchas diferencias. Lo que sí se ve es que va a hacer mucho daño, que habrá mucha criba». Quedará un día más de Vuelta al País Vasco, la contrarreloj.

Para Valverde, esa etapa de la Vuelta será decisiva: «Es la que va a decidir la carrera. Al menos es lo que yo creo. Las diferencias entre los cinco o seis primeros antes de esa contrarreloj no serán muy amplias. La crono sentenciará la prueba».

Para añadirle más ‘emoción’ al reconocimiento, se encontró con un viento muy fuerte de frente, que no le facilitó las cosas y obligó a Vuelta al País Vasco a meterle el coche para protegerle un poco, al menos en los tramos de carretera más abiertos.

Conoce bien lo que se va a encontrar en la Vuelta al País Vasco que comienza en Zierbena. «Esta es una carrera exigente, como siempre. Da lo mismo el año y el recorrido. El trazado es complicado. Y por si le faltase algo, la segunda etapa –la que lleva a Viana– tiene 217 kilómetros, una distancia que no es habitual en la Vuelta al País Vasco. El final es en ligera subida y con tantos kilómetros seguro que hará daño. Aquí lo normal es que las etapas ronden los 170 o los 180 kilómetros. Esa etapa que finaliza en Viana parece de la París-Niza. Le va muy bien a Óscar Freire».

Arrate, subida peligrosa

En su análisis de la Vuelta al País Vasco dice que «la primera parte es dura, pero es al final donde está todo más concentrado, sin descanso».

Valverde conoce la llegada a Arrate desde sus tiempos de aficionados, cuando corría el Memorial Valenciaga: «Es una subida selectiva pero corta. No es muy larga. Lo que pasa es que se subirá el cuarto día de carrera, con muchos kilómetros encima y eso la puede convertir en muy selectiva. Además, antes de la subida final hay muchos puertos. Todo va a depender del ritmo al que se vaya».

Reconoce que la Vuelta al País Vasco «es una de esas carreras que me gustan, que me va bien. Físicamente me he entrenado bien. No compito desde la París-Niza –han pasado tres semanas– pero no he dejado de entrenar. Quizá me ha podido faltar un poco de concentración».

Ha habido días en los que ha estado cinco horas encima de la bicicleta, por lo que fondo no le va a faltar. Su nombre aparece entre los favoritos para ganar la general final en Orio, aunque piensa que «no hay un favorito claro para poder ganar la Vuelta al País Vasco, al menos antes de empezar la prueba. Estamos un grupo que nos vamos a disputar la prueba. Corredores como Samuel Sánchez, Cunego, Frank Schleck o ‘Purito’ Rodríguez van a estar delante hasta el final».

Le comentamos que ‘Purito’ Rodríguez puede tener problemas en la contrarreloj, algo con lo que discrepa: «No lo hace nada mal en las contrarreloj y menos si está a tope y mentalizado y yo creo que lo está». De momento ya le ha ganado el Gran Premio Miguel Indurain en Estella.

«Contrarreloj no anda tan mal y más en una crono como la de Orio, que es muy rompepiernas, que no es una crono típica, llana». Ve esos veintidós kilómetros muy complicados de gestionar, con dos subidas en momentos claves de la subida que «van a romper todo el ritmo que puedas coger. Las subidas te llegan de forma brusca, sobre todo la última, camino a meta», explica.

Eusebio Unzue no quería meterle muchos datos en la cabeza sobre lo que van a ser esas etapas, entre otras razones porque antes de llegar a ellas habrá que pasar otras cuatro, en las que también puede producirse movimiento. Algo que Valverde no descarta: «El terreno es complicado y si llueve, todavía se complicará más, sobre todo en días como el de Orio. La carrera puede cambiar mucho dependiendo de las condiciones en las que se corra. No es lo mismo hacerlo con un piso seco que en malas condiciones».

Por si acaso, Valverde ha mirado el mapa del tiempo para ver qué es lo que se va a encontrar: «Yo prefiero que haga buen tiempo, por supuesto. Mejor para todos. Se corren menos riesgos».

Del primer día, en Zierbena, sabe lo que le ha contado su compañero David López, aunque tenía previsto ver ese final para no correr riesgos: «Me han dicho que hay un repecho que se llama Putxetas que puede ser peligroso. Cuanto mejor conozca todo, mejor. Si sabes lo que te vas a encontrar vas más seguro, se corren menos riegos, puedes prepararte para lo que te va a llegar, aunque siempre vayas en tensión encima de la bicicleta». Es consciente de que la Vuelta al País Vasco es un buen escaparate para él: «Voy día a día, por lo que saldré con la idea de disputarla a tope. No es algo nuevo para mí. Siempre salgo con esa mentalidad, a disputar las carreras».

Mira los perfiles de las etapas, ve como están están llenas de globitos –pequeños puertos– todas ellas y le gusta. Es un terreno que le va estupendamente, aunque lo cierto es que también podríamos preguntarnos, ¿dónde no anda bien Alejandro Valverde?

«En este tipo de trazados me encuentro bastante a gusto. Son buenos para mis condiciones, aunque también para las de otros corredores. Además, en abril, todo el mundo está ya en forma, por lo que hay mucha igualdad», explica Valverde, un corredor a vigilar en Euskadi.

Fuente: DiarioVasco.com

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