sábado, 14 de julio de 2007

Gerdemann se lleva todo y los favoritos siguen a la expectativa

El alemán Linus Gerdemann, un joven de 24 años del T-Mobile, tomó el poder en el Tour de Francia al conquistar la primera etapa de los Alpes disputada entre Bourg en Bresse y Le Grand Bornand, de 197 kilómetros de recorrido y vestirse en el maillot amarillo de líder, en una jornada de guante blanco para los favoritos.

Gerdemann firmó su hazaña en solitario, después de una enorme exhibición de fuerza y desparpajo juvenil con un tiempo de 4h.53.13 y ganó la partida a los españoles Iñigo Landaluze (Euskaltel), que pasó la meta a 41 segundos y David de la Fuente (Saunier Duval), a 1.38, ambos en el papel de protagonistas de la jornada y con los mismos puestos en la general.

El colombiano Soler (Barloworld) demostró que el ciclismo sigue existiendo en su país con un meritorio cuarto lugar a 2.14 del vencedor. La totalidad de los favoritos arribaron a 3.38, con los Valverde, Pereiro, Sastre, Vinokourov, Kloden en una jornada de no agresión, en la que se sufrió el calor, se rodó a un ritmo de 40,413 kilómetros por hora y que sirvió para aliviar las heridas de las rodillas del kazako del Astana.

Cancellara dejó el maillot amarillo a Gerdemann, nueva imagen en la renovación del T-Mobile, señalado por los escándalos de dopaje, toda una esperanza del ciclismo alemán, que sueña con este corredor que se estrenó en el Tour a lo grande, aunque ya dejó su sello con la primera victoria de profesional el año pasado en la Vuelta a Suiza.


El alemán, que este sábado ha conseguido la mayor victoria de su carrera, asegura que la clave del triunfo estuvo en el descenso, donde "me la he jugado, me he concentrado y he pedaleado lo más fuerte posible", señala.

"Los últimos 35 metros de la etapa han sido durísimos, tenía calambres y me parecía que la meta no llegaba nunca. Pero en el puerto lo he pasado mal, el último medio kilómetro ha sido un infierno", afirma.

VINOKOUROV ANSÍA EL DESCANSO

Alexandre Vinokurov, por su parte, declara que este sábado "me he encontrado mejor que ayer, pero también he sufrido. Espero que mañana la cosa vaya mejor. Haber llegado a la meta es un triunfo. En la etapa de mañana trataré de limitar daños con los otros favoritos, para poder afrontar la etapa de descanso y después ya veremos. La caída es una pena, he perdido muchas energías. El Tour no está perdido, a veces esta carrera se juega en el último momento y voy a intentar estar ahí para ver lo que sucede", concluye el kazajo.


LANDALUZE, SEGUNDO EN LA ETAPA

Landaluze, vencedor de la Dauphiné Liberé 2005, espera en la segunda plaza del cajón a 1.45 y David de la Fuente, el supercombativo de la pasada edición en la tercera a 2.45. La cuarta plaza es del francés Lefevre (Bouygues) y la quinta del colombiano Soler, a 3.05. Andreas Kloden, sexto, abre la lista de favoritos a 3.39 y la cierra Vinokourov alejado a 5.16.

El estreno alpino del Tour originó intentos de fuga desde la salida. Y fue en el kilómetro 30 cuando 15 corredores crearon el tren que llevaría hasta la victoria, entre ellos 6 españoles: Juan Antonio Flecha (Rabobank), José Iván Gutiérrez (Caisse D'Epargne), Egoi Martínez (Discovery), Rubén Pérez e Iñigo Landaluze (Euskaltel) y David De la Fuente (Saunier).

Además se apuntaron Gerdemann (T-Mobile), Fofonov (Credit), Lefèvre y Pineau (Bouygues), Vaugrenard (Francaise), Savoldelli (Astana), Tankink y Wegmann (Gerolsteiner) y Elmiger (Ag2R), un equipo de cuidado en cantidad y calidad que en el kilómetro 100 alcanzaron la máxima renta de 7 minutos.

El CSC, Lampre y Predictor, sin representantes, se esmeraron en el pelotón para reducir el retraso, pero el equipo de Cancellara entregó el testigo al Rabobank del danés Rasmussen aspirante al premio de la montaña. El líder suizo no estaba para muchas alegrías y se despidió de su semana fantástica a pie de puerto, en medio del calvario.

Los 15 fugados comenzaron el ascenso a La Colombiere con 5 minutos en la maleta. Por delante un puerto de 1a, un primer examen del Tour con 16 kms al 6,8 por ciento. El colectivo se rompió a las primeras de cambio, con la ofensiva inicial De la Fuente y Gutiérrez y más tarde con el arreón del kazako Fofonov y del alemán Gerdemann.

El ciclista germano del T-Mobile, un debutante de 24 años, pasó por la cumbre en solitario, con 18 segundos sobre Iñigo Landaluze y 3.24 respecto de un pelotón de favoritos dirigido por el Caisse D'Epargne de Valverde y Pereiro que no dio un pedal de más, donde los ataques brillaron por su ausencia.

El segundo clasificado en la general, ha intentado ganar la séptima etapa, aunque admite que no ha podido con su compañero germano: "Lo he dado todo para alcanzar a Gerdemann en la bajada pero no pude cogerle, ha sido imposible. No he luchado en ningún momento por los puntos para la montaña, yo quería la etapa. En la subida lo intenté pero tuve que subir a mi ritmo, no tenía la chispa que quería. Lo intenté pero llegué arriba muy justo de fuerzas".

Por su parte, otro español, David de la Fuente, ha cuajado una buena etapa y tiene muy buenas sensaciones: "Estoy muy contento con mi actuación. No me esperaba estar tan adelante, pero soy un corredor guerrillero y gracias a eso hoy hemos obtenido este pequeño fruto. Nos hemos dado una gran paliza porque he arrancado con Landaluze en el kilómetro 30 y hemos hecho un gran esfuerzo al final".

El corredor aspira a llevarse el maillot de la montaña: "¿Si quiero ganar el maillot de la Montaña? Eso ni se pregunta. Haremos todo lo posible por intentarlo, aunque es muy difícil".

Alejandro Valverde, que ha finalizado décimo en la etapa, declara que "todo el mundo estaba en la expectativa de cara a esta primera etapa de montaña en los Alpes. Es un hecho que muchos corredores se quedaron en la ascensión de la Colombière, pero creo que todos los favoritos entraron en el mismo grupo, así que al final no se ha aclarado nada. Sabíamos que era importante ser atentos desde el inicio de la etapa y intentar estar presentes en la fuga, si se iba una en los primeros kilómetros de la etapa".

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