
Veterano, pero aún en forma, McEwen demostró que con 35 años se pueden ofrecer lecciones en la recta de llegada, y aprovechó la primera batalla entre los velocistas para aparecer como un rayo e imponerse a sus principales rivales en el oficio, es decir, al noruego Thor Hushovd (Credit Agricole) y al belga Tom Boonen (Quick Step).
McEwen quedó cortado por una caída en los últimos kilómetros y hubo de hacer un esfuerzo extra con la mano maltrecha para volver a la cabeza con ayuda de medio equipo Predictor. Pero no tuvo pegas, apareció en el momento justo y en el lugar oportuno para levantar los brazos con un tiempo de 4h.39.01, a una media de 43,650 kms/hora. Era su duodécima victoria en el Tour de Francia, cifra que pocos pueden ofrecer.
Los españoles se metieron en la refriega. Así, Oscar Freire (Rabobank), a cuestas con sus molestias por un forúnculo, se clasificó séptimo y Francisco Ventoso (Saunier) asomó el maillot por la novena plaza. En la general José Enrique Gutiérrez encabeza el grupo español, decimotercero a 33 segundos.
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